SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El Superior Tribunal de Justicia, con voto de los jueces Alberto Balladini y Víctor Sodero Nievas, confirmó la pena de 14 años de prisión que la Cámara Primera del Crimen le impuso al hombre que asaltó en su domicilio a la familia del ex legislador Hugo Castañón.
La pena para Arnaldo Andrés Román abarcaba también otros delitos que fueron cometidos en forma contemporánea, e incluye la tentativa de asalto a un vecino de Castañón, para sustraerle el auto, el robo a un cyber y la tenencia de un arma de guerra, que fue hallada cuando allanaron su domicilio.
El pronunciamiento del STJ obedece al recurso de casación que el defensor oficial Gustavo Butrón presentó contra la sentencia que condenó a Román por dos hechos de "robo calificado por el uso de arma de fuego con aptitud para el disparo", otro de idéntica calificación, pero en grado de tentativa, y tenencia ilegal de arma de guerra, todo en concurso real, y en carácter de coautor en los tres primeros.
Los agravios del defensor apuntaban a que se incorporó al proceso "prueba ilegítima que contamina con nulidad la sentencia por violación de las garantías del debido proceso y defensa en juicio", porque durante la instrucción se ordenó la exhibición a los testigos de un video donde Román aparece cometiendo un robo con armas en el cyber, y considera que la percepción de los testigos, al identificar a su defendido como el autor de los otros hechos se hallaba viciada, porque compusieron la identificación del video con la del verdadero autor.
Con relación al denominado tercer hecho, adujo que Arnaldo Román, al prestar declaración indagatoria, reconoció su participación y responsabilidad, pero con la salvedad de que el elemento utilizado era la réplica de juguete de un arma. Agregó que el arma que se señala como apta para el disparo resulta ser una secuestrada en el domicilio donde Román convivía con otras personas, secuestro realizado un mes después del hecho, con lo cual prima el principio de la duda.
Respecto del secuestro de un arma de guerra Butrón alegó que no se explicó por qué pudo entenderse que el arma hallada después del allanamiento pertenecía al imputado, toda vez que el domicilio allanado era el de su hermano, de gran parecido físico, y no encuentra tampoco explicación razonable para sostener que se secuestró en el dormitorio del procesado.