BUENOS AIRES (DyN) - El candidato a diputado de Unión-PRO Francisco De Narváez desestimó ayer que la postulación del radical Ricardo Alfonsín complique sus chances electorales en la provincia de Buenos Aires, y aunque admitió "discusiones" con el macrismo por el armado de las listas, afirmó que las diferencias se van a "saldar en una mesa de conversación, sin enojos".
El peronista disidente le dio la "bienvenida" al hijo del fallecido ex presidente Raúl Alfonsín a la competencia electoral de junio próximo, al considerar que el dirigente "es una persona que practica lo que seguramente aprendió y mamó de su padre".
"En hora buena", insistió De Narváez, que Alfonsín se sume a la puja por el frente UCR-Coalición Cívica bonaerense y, tras negar que eso pueda complicar electoralmente a su espacio, destacó que "faltan 84 días para los comicios y lo que tenemos que enriquecer en este proceso que se ha acortado es el debate de las ideas".
Por otra parte, en declaraciones a radio Mitre, De Narváez admitió la existencia de "discusiones" con el macrismo entre sus aliados y los de Felipe Solá por el armado de las listas.
El macrista PRO ya hizo saber que quiere un tercio en las listas de la provincia de Buenos Aires, lo que es resistido por los otros socios del frente electoral. "Esto lleva tiempo y es un armado y claro que hay una discusión", aceptó el empresario.
En tal sentido, argumentó que "mucha gente" que lo "ha acompañado merece un lugar y otras personas como Felipe, como Mauricio también lo creen, pero esto -afirmó- se va saldar en una mesa de conversación permanente, de ninguna manera con enojos o descalificación".
El dirigente juzgó ese debate interno como "una fricción necesaria y hasta enriquecedora de la política. No excede ese marco", insistió .