De todos los cambios que "Caiga quien caiga" ensayó cada año, el de este parece el más revolucionario. Es que tras la despedida del año pasado de Mario Pergolini, capitán de la nave insignia de Cuatro Cabezas, el barco toma definitivamente otro rumbo.
Para un ciclo caracterizado por el machismo, que la conductora sea a partir de mañana una mujer, no es poca cosa. Ernestina Pais, la mujer en cuestión, llevará sobre sus hombros el peso de sostener "el programa" de la productora que ya ni siquiera tiene a Pergolini como uno de los directores, junto a Diego Guebel (Pergolini se alejó la semana pasada de Cuatro Cabezas y ahora sólo es accionista de la empresa que compraron los holandeses de Eyeworks).
Pero, junto con Pergolini, también se bajó del programa Eduardo de la Puente, su coequiper en la radio (en el programa "Cuál es?" de la Rock&Pop).
Así, del trío que supo hacer humor de la parte menos graciosa de la política argentina, sólo queda ante cámaras Juan Di Natale, quizás el más agudo de los tres hombres de negro.
Con ese panorama de fondo, el ciclo que abrirá mañana, a las 23, en Telefé (y en Canal 7 de Neuquén aquí) su temporada número trece, no será nada parecido al anterior.
Ernestina, sentada al medio del escritorio jugará, con su inteligencia y su risotada característica, a ser la nueva Pergolini. A la izquierda, se sentará Gonzalo Rodríguez (el notero Gonzalito hasta el año pasado, que ahora sólo seguirá en la calle para hacer el "Protesteya"), que deberá asumir el rol de co-conductor, junto con el experto Di Natale.
Es difícil adivinar qué puede ocurrir con un ciclo si sus conductores originales, esos que le imprimieron el carácter, ya no están.
¿Cuán ligado está "CQC" a la imagen y a las opiniones siempre al borde del humor negro de Pergolini? Cualquiera podría suponer que demasiado. Cualquiera podría suponer, sin sonar exagerado, que "CQC" es Pergolini; que fue hecho a su imagen y semejanza en 1995, cuando Carlos Menem era el presidente y el centro de casi todos los informes que hacía el programa.
Pero quizás también, pueda ocurrir que sea lo suficientemente estable como para soportar cambios de conducción. Eso sólo se sabrá a partir de mañana, cuando la gente apruebe o desapruebe esta nueva fórmula.
En cualquier caso, más allá del rating y de la adhesión, está claro que "Caiga quien caiga" versión 2009 no será el de años anteriores. Aún cuando todo el equipo salga a partir de mañana a buscar con ese tono entre cómplice y cínico a los políticos en campaña.