PUCÓN, Chile (AN/Enviados especiales).- José vive en Comodoro Rivadavia y cada dos o tres meses viaja a Osorno por trabajo. Siempre lleva la lista que le hacen su esposa y su hija: a veces es algo de ropa y otras, unas latas de mariscos. Una vez llevó un celular que le costó un 40% menos que en Argentina.
Ernesto, un trabajador del petróleo de Cutral Co, averiguó que en Pucón las cabañas no estaban más caras que en San Martín de los Andes y decidió pasar un fin de semana largo junto a su familia del otro lado de la cordillera. Disfrutaron de paisajes distintos y comieron platos que hacía tiempo que no probaban.
Varios comerciantes de ciudades argentinas cercanas a la frontera vuelven de Chile con televisores de pantallas de LCD que compran a menos de 400 dólares y los revenden al precio del mercado.
Los argentinos volvieron a cruzar los Andes en busca de descanso, aventura, compras y negocios. Este verano las ciudades del sur de Chile recibieron un 30% más de turistas que llegan del otro lado de las montañas y esta Semana Santa se preparan para una extensión de ese pequeño fenómeno.
De todos modos, no llega a ser como en los ´90, cuando el 1 a 1 hizo que los argentinos cruzaran masivamente a Chile para tomarse las vacaciones que en Argentina estaban muy lejos de sus bolsillos.
La mayoría de los precios para aquellos que no viajan para hacer compras de artículos electrónicos, son iguales a los de Argentina, pero hay áreas claves donde los valores son accesibles, como el alquiler de cabañas o algunas comidas.
Las naftas cuestan más o menos lo mismo, aunque en el caso de las premium hay una leve diferencia que hace que en Chile sea más accesible.
Otra característica de los turistas argentinos que visitan las ciudades del sur de Chile es que son esencialmente poco gastadores, sobre todo familias de clase media que cuidan cada peso.
Antes era más fácil porque regía el 1 a 1, pero ahora los precios varían según con qué moneda se paga porque el dólar siempre tiene mejor cotización.
Cambio más favorable
El cambio de la moneda argentina por pesos chilenos es más desfavorable que el del dólar, pero también obliga a hacer complicados cálculos para medir la conveniencia de los precios.
En Frutillar, la pequeña ciudad ubicada a orillas del lago Llanquihue, los comerciantes se asombraron este verano por la gran cantidad de argentinos que llegaron.
La municipalidad de Pucón, que organizó actividades especiales para un turismo religioso en Semana Santa, tiene expectativas de que este fin de semana la ocupación llegue al 90%.
Tomás Mera, encargado de marketing del área de Turismo de Pucón, contó que el turismo argentino ayudó a que "el bajón de febrero-marzo se notara menos este año".
A falta de las ventajas relativas que había hasta hace diez años para los turistas argentinos, existen hoy otros beneficios que hacen que Chile esté más cerca. El paso internacional Cardenal Samoré está completamente asfaltado y Pino Hachado tiene sólo unos kilómetros de ripio.
Un viaje a Temuco, por caso, demanda tan sólo medio día de viaje desde Neuquén.
Cualquiera de los pasos fronterizos a esta altura de ambos países tiene además características de excursión porque los paisajes son en muchos casos únicos: bosques selváticos, pequeños pueblos sumamente pintorescos y enormes cerros.