La Comisión Europea quiere implantar ya en 2010 el nuevo sistema europeo de vigilancia financiera, explicó el comisario de asuntos monetarios, Joaquín Almunia, tras un encuentro de los ministros de Finanzas ayer en Praga.

Almunia justificó su prisa por implantar el sistema alegando que se está jugando contra reloj, en vista de la profunda crisis de los mercados financieros. Los ministros del ramo apoyaron así en Praga la propuesta del ex presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Jacques de Larosiére, para establecer las bases de un sistema de vigilancia. El plan no contempla la creación de una oficina de vigilancia europea, sino de un sistema que permita una vigilancia conjunta de bancos, aseguradoras y acciones bursátiles. El ministro alemán, Peer Steinbrück, manifestó dudas sobre un calendario que podría ser "demasiado ambicioso". Los ministros de la UE coincidieron en que la crisis es consecuencia de "decisiones erradas de institutos de finanzas y del fracaso de las autoridades supervisoras", según Almunia. Con los acuerdos alcanzados en la cumbre del G-20 y con la arquitectura para la supervisión financiera diseñada en la UE se quiere impedir que se cometan los mismos errores.