ISLAMABAD (AP).- Un atacante suicida que se inmoló en una base de fuerzas paramilitares en el corazón de la capital paquistaní dejó ocho soldados muertos y varios heridos.
El miliciano ingresó en el lugar durante la noche y detonó sus explosivos dentro de una carpa utilizada como dormitorio.
Fue la segunda explosión en Islamabad en dos semanas después de un ataque miliciano a una academia policial en otra ciudad grande que suscitó temores sobre la estabilidad de este país provisto de armas nucleares.
Un alto enviado del gobierno estadounidense debe llegar a Islamabad esta semana para debatir el ofrecimiento de Washington de mayor asistencia -y pedir una acción enérgica- para desarraigar a al-Qaeda y el Talibán a lo largo de la frontera afgana. Un proyectil estadounidense mató a 13 personas y un atacante suicida detonó sus explosivos en un puesto de control del ejército, en una zona donde pululan los milicianos.
Nadie se atribuyó el ataque a la base policial. Pero el líder de una facción talibana al que se acusa de tener vínculos con al-Qaida advirtió el miércoles que los milicianos atacarían pronto en Islamabad. Pakistán insiste en que está decidido a combatir el extremismo, pero funcionarios estadounidenses han criticado sus intentos por proponer acuerdos de paz con algunos grupos milicianos y acusa a la agencia de espionaje paquistaní de mantener vínculos cuestionables con algunos grupos milicianos.