Sábado 04 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
"La droga tuvo que ser el desencadenante"
El viudo de la taxista asesinada en San Antonio reclama justicia

SAN ANTONIO OESTE (ASA) El viudo de Silvia Manzanares, la taxista cruelmente asesinada el 3 de enero último, consideró qué "la droga tuvo que ser el factor desencadenante de su homicidio, porque ella planeaba denunciar a personas que se las vendían a menores".

Con estas palabras, Javier Becco, encabezó un bocinazo que se realizó ayer, a tres meses del hecho, frente a las puertas de la comisaría 10º de San Antonio Oeste, que fue sucedido por un minuto de silencio que realizaron los taxistas que se congregaron en el lugar. Comercios, instituciones, medios de comunicación y las distintas dependencias de la municipalidad se plegaron al acto en reclamo de Justicia.

Fuentes vinculadas a la pesquisa precisaron que si bien existiría una línea de la investigación vinculada al mundo de la droga, las sospechas manejadas apuntarían en dos sentidos, sobre los que hasta ahora no pudieron confirmarse datos que abonaran una u otra hipótesis.

Por una parte se investigó la posible intención de Manzanares de realizar algún tipo de denuncia que señalara a algún ´dealer´ local, aunque los testimonios de su círculo íntimo -según los pesquisas- no fueron lo suficientemente firmes con respecto a esto. Lo que sí habrían podido confirmar los investigadores sería la inexistencia de una acusación formal realizada por la mujer.

Por otra parte, se habría intentado determinar si la propia taxista se habría dedicado a comercializar estupefacientes, ya que los pesquisas habrían sido puestos en conocimiento de al menos tres viajes de larga distancia realizados por ella (dos a Sierra Grande y uno a Conesa) con la supuesta finalidad de trasladar droga. Sin embargo, estos viajes tampoco pudieron corroborarse, y hasta el momento no se habría establecido ningún vínculo cierto entre Manzanares y algún distribuidor de droga del lugar.

En tanto, la abogada patrocinadora de los menores sospechados en la causa, que residen en los dos únicos domicilios que fueron allanados, rompió el silencio y brindó precisiones sobre estos jóvenes.

"Las pericias de ADN realizadas sobre las zapatillas secuestradas en la casa próxima al matadero no arrojaron nada contra mis cuatro clientes", puntualizó Ana Schiavone.

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