BUENOS AIRES (Télam)- Tras el segundo día de alegatos contra Julio César Grassi, acusado de 17 hechos de abuso y corrupción de menores, la querella estimó ayer que la Fiscalía no pedirá menos de 15 años de prisión para el cura que dirige la fundación Felices los Niños, donde habrían sido cometidos. Así lo anticiparon abogados de la querella, mientras que desde la defensa dijeron que no esperan un veredicto condenatorio y que solicitarán su absolución, acusado por los pupilos de la fundación conocidos como Gabriel, Ezequiel y Luis.

Las dos últimas audiencias en los Tribunales de Morón donde se sustancia el juicio fueron protagonizadas por el fiscal Alejandro Varela, quien tiene a su cargo la descripción y acreditación de los hechos imputados a Grassi.

"La Fiscalía pedirá no menos de 15 años de prisión el martes cuando finalice su turno", aseguró Gallego. La opinión del apoderado de Ezequiel fue compartida por Sergio Piris, el abogado de Gabriel.

Para Piris "deberían ser no menos de 20" los años de condena que se según su criterio le corresponden al imputado "por los 17 hechos debidamente probados en este juicio".

El letrado aclaró que la pena que solicitará tras su alegato se limita a los dos abusos y un hecho de corrupción de menores denunciados por Gabriel, aunque a su criterio "por la totalidad de los 17 delitos que se le endilgan a Grassi, el cura debería estar en prisión no menos de 20 años".

El alegato de ayer describió los hechos denunciados por Ezequiel, quien acusó a Grassi por 11 hechos de abuso sexual y que, debido a una retractación en pleno proceso, perdió su condición de querellante.

Ezequiel, recordó Gallego, durante su declaración en este juicio oral señaló a funcionarios judiciales y abogados de Grassi, cuando en 2002 lograron que se retracte de sus acusaciones contra el cura. "La maniobra quedó desbaratada, con un jury de enjuiciamiento en curso contra dos jueces y 70 días en prisión para Miguel Ángel Pierri, uno de los abogados de Grassi en ese momento", precisó Gallego.