Sábado 04 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
Javier Marías cierra su historia
El escritor español vino a presentar su última novela. "Tu rostro mañana" cierra su famosa trilogía.

Buenos Aires (Télam).- De paso por Buenos Aires donde presentará la última parte de su trilogía "Tu rostro mañana. Veneno, sombra y adiós", el escritor español Javier Marías se explayó sobre su obra, acerca de algunos temas que definen sus novelas y de qué manera encara la escritura de sus ficciones.

"La novela ´Tu rostro mañana´ es un poco como la ampliación de asuntos que había tratado antes en ´Mañana en la batalla piensa en mí´, ´Negra espalda del tiempo´, ´Todas las almas´... no creo que haga falta leer todas mis novelas. Hay personajes que pasan de unas a otras, frases que se repiten, imágenes que se reiteran como si fueran ecos un poco musicales", sintetizó el escritor.

En este libro que cierra la trilogía, mencionó Marías, "hay un personaje, Custardoy, que aparece ya en ´Corazón tan blanco´, nada más que unos años después".

Y también hay pensamientos que se reiteran en boca de personajes de diferentes novelas como la idea de contar algo terrible después de mucho tiempo a alguien que ya no forma parte del pasado, y el peso de ese secreto se desvanece en un tiempo ajeno.

"Como una cierta conciencia de que algunas cosas del pasado ya no se pueden contar aunque hayan sucedido y sean ciertas, de pronto ya suenan un poco inverosímiles. Esa especie de dificultad de contar las cosas fuera de su tiempo, fuera de su lugar", precisó el escritor en una rueda de prensa realizada en Alfaguara.

Refiriéndose a su manera de trabajar, Marías subrayó que procura no tener demasiado claro todo lo que va a escribir en una novela. "En el caso de ´Tu rostro mañana´, cuando terminé el primer volumen y lo publiqué en el 2002, hablé de un segundo libro, pero no de un tercero. No lo preveía".

"Y hay una especie de crecimiento a partir de la propia obra, es decir que yo escribo un poco también por oleadas", insistió. "Me gusta trabajar sin un plan preconcebido -deslizó-, uno averigua en la medida que inventa, me permito trabajar sobre la marcha, incorporar cosas que no tenía previsto".

Evidentemente en la medida que uno avanza en un libro, prosiguió Marías, "va sabiendo más lo que le queda por escribir y va cerrando en su cabeza, los temas, las historias y si sé demasiado me asusta la idea de que se convierta en un ejercicio de redacción".

"Lo que pongo de manera intuitiva, arbitraria o azarosa trato de que se convierta en necesario. Intento buscarle un sentido a lo que tal vez en un principio no lo tenía", señaló.

A lo largo de mis novelas, dijo el escritor, "habrán observado que los narradores en primera persona -una decisión tomada hace años- son intérpretes, personas que han renunciado a su propia voz. Un cantante de ópera que reproduce lo que alguien compuso, un profesor que se limita a transmitir saberes ya heredados, un intérprete de lengua, un escritor fantasma y me faltaba el mayor intérprete posible, y que todos queremos ser: el intérprete de personas, de los demás, que es el de ´Tu rostro mañana´".

"Yo creo que conscientemente o inconscientemente todos querríamos saber, tener una capacidad de ver qué podemos esperar, a qué atenernos con las personas. Nos pasamos la vida tanteando... hemos conocido esa sensación sin duda de no saber hasta qué punto debemos fiarnos y también esa sensación de decepción o desengaño", manifestó Marías sobrevolando el tema de la traición que cobra fuerza en esta novela.

Para el escritor, "quién no querría esa capacidad de adivinación de lo que podemos esperar, todos nos pasamos la vida haciendo eso, intentando hacerlo, o no atreviéndonos como se dice en el libro".

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