BUENOS AIRES y LONDRES (DyN) - El gobierno aseguró ayer que, cuando se produzca el incremento de capital en el FMI impulsado por el G20, las reservas internacionales en el Banco Central argentino tendrían un incremento de unos 3.000 millones de dólares mediante la implementación de los "derechos especiales de giro".
Así lo aseveró el canciller Jorge Taiana, poco después de arribar a la Argentina, junto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, procedente de Londres, donde participaron de la Cumbre del Grupo de los 20. El acuerdo alcanzado ayer por los líderes mundiales otorga mayor poder al FMI, aunque también impulsa una reforma de su funcionamiento interno que deberá ser concluida antes de 2011.
Las condiciones
El gobierno, que levantó fuertes críticas sobre los condicionamientos que impone el Fondo a cambio de sus créditos, vinculó la reconstrucción de su relación con el Fondo con un cambio en el organismo.
En ese sentido, Taiana aludió a los compromisos para cambiar "los métodos de las instituciones financieras internacionales" con el objetivo de "terminar con el estigma que tiene el Fondo".
El canciller aseguró que las decisiones tomadas por el G-20 van "a fortalecer en lo inmediato nuestras reservas", permitirán "tener más posibilidades de apoyar las exportaciones" y "más acceso al crédito de desarrollo de infraestructura". "Las medidas del G20 van a fortalecer en lo inmediato nuestras reservas", aseguró Taiana.
En el ámbito internacional, las noticias sobre el desempleo récord en EE.UU. devolvieron ayer frialdad a los análisis sobre la Cumbre.
Los informes internos que circularon entre los participantes de la Cumbre indicaban que el primer trimestre de 2009 marcaría el piso de la crisis y la recuperación volvería a insinuarse a nivel internacional recién a mediados de 2010.
Veranito financiero
Al respecto, el embajador argentino en Alemania, el economista Guillermo Nielsen, destacó el resultado "positivo" que tuvo la cumbre de presidentes y estimó que a partir de ahora habrá "un cierto veranito financiero" para el mundo. Sin embargo, reconoció que "no hay certezas de que vaya a ser suficiente" el paquete de medidas de asistencia financiera y regulación de los mercados para superar la crisis, pero estimó que estas iniciativas "van a poner un piso a la caída".
Pocos cambios
El ex presidente del Banco Central Javier González Fraga evaluó como "muy positivo" al acuerdo del G-20, pero advirtió que "el mundo no cambió" a partir de eso. González Fraga consideró que "es importante ver a los dirigentes más importantes del mundo dando una respuesta coordinada frente a la crisis". De todos modos, puntualizó que "no quedó claro cómo van a distribuir " el billón de dólares del que dotarán al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las alusiones al paso de la presidenta Cristina Fernández por Londres fueron escasas en la prensa británica al momento de evaluar los resultados de la Cumbre.
El protagonismo, como era esperable, lo acapararon los representantes de las principales potencias, en especial Estados Unidos, China, Francia, Alemania y el Reino Unido.
Además, los mandatarios debieron lidiar con la popularidad del norteamericano Barack Obama y su mujer Michelle, convertidos ambos en celebridades globales que, a lo largo de su gira por Europa, despiertan una euforia sólo comparable a las estrellas de rock.
Entre las pocas alusiones a la Argentina, el diario británico "The Times" interpretó que Fernández de Kirchner debería estar "complacida" con las promesas de mayores recursos para fortalecer las reservas de los países emergentes y para ayudar a financiar sus exportaciones, además de calificar como "relativamente calmas" las expresiones por la soberanía en las Islas Malvinas.
En principio, la escasa presencia argentina en medios internacionales fue buena para los encargados de prensa de la Casa Rosada que durante su paso por Londres se mostraron preocupados por los reporteros de los tabloides sensacionalistas del Reino Unido en torno al hotel donde se hospedó la presidenta.
