VIEDMA (AV).- Un nuevo motín con incendio incluido volvió a dejar al descubierto la falta de contención y los graves inconvenientes que se suscitan en el interior de los CAINA rionegrinos, donde se alojan jóvenes en riesgo. El escenario fue el Centro de Atención Integral del Niño y el Adolescente para varones ubicado en el barrio Zatti.
Allí, ayer por la tarde, dos de los tres muchachos que residen en el lugar, comenzaron a incendiar colchones por lo que fue necesaria la intervención de bomberos y personal policial. La destrucción en el lugar fue casi total y dos de los tres jóvenes internados tuvieron que ser trasladados al Hospital Artémides Zatti, aunque trascendió que solo tenían lesiones leves.
Personal policial manifestó que continuamente es requerida su presencia por peleas, incidentes, principios de incendios y otros hechos de violencia que ocurren en el lugar. También es reiterada la fuga de menores de ese sitio, el cual no está pensado como lugar cerrado, sino que permite que los jóvenes entren y salgan libremente, debiendo permanecer por las noches, junto a los operadores del Ministerio de la Familia.
Ayer la coordinadora del Programa de Fortalecimiento Familiar, Zulma Romero, informó que es muy difícil contener a los menores que suelen expresarse quemando cosas y que en esta oportunidad incendiaron casi totalmente las instalaciones. Los chicos provienen de hogares desmembrados, sin ningún tipo de contención familiar. Hasta ahora, no tenían antecedentes judiciales.
Otro muchacho que vive en el lugar, que en los últimos días se había trasladado a una casa lindera donde viven dos adultos con problemas mentales, debido a que no tenía buena relación con sus compañeros, ayer fue trasladado a un centro del balneario El Cóndor, ya que se quedó sin dónde vivir.
Por otro lado, hubo ayer otros serios incidentes en el Hogar Pagano, donde se alojan a jóvenes en conflicto con la ley. Allí hubo nuevamente motines y un principio de incendio.
Ayer este medio intentó llegar al sitio para conocer la situación. Pero una decena de jóvenes "controlados" por un solo operador estaban apostados en las inmediaciones del predio en estado de alerta. El operador solicitó a los periodistas que se retiraran por los posibles riesgos que significaba la permanencia en el lugar.
"Cada auto que se acerca creen que es la policía y pueden tirar piedras o agredirlos", explicó el trabajador. Desde la policía se explicó que solo intervienen cuando desde el hogar lo requieren y hasta anoche no lo habían hecho. No obstante, trascendió que en ese sitio, ubicado a unos 4 kilómetros del centro de la capital, se hicieron presentes durante la tarde autoridades judiciales y responsables del Ministerio. Fuentes de ese organismo confirmaron que hubo un motín y que se vivían anoche momentos de tensión.
