Viernes 03 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Alfonsín descansa en Recoleta tras un conmovedor traslado
Al paso de la caravana con su féretro, decenas de miles de personas lo saludaron. Su muerte logró reunir a referentes del radicalismo y del resto de los partidos.

El ex presidente Raúl Alfonsín, fallecido a los 82 años, recibió ayer un conmovedor homenaje por su innegable aporte a la democracia y sus restos fueron despedidos en el Cementerio de la Recoleta, tras una histórica caravana que convocó a la dirigencia del radicalismo y una multitud emocionada por la partida.

La muerte del último líder del radicalismo, que presidió la Argentina entre 1983 y 1989, permitió cumplir con un objetivo impensado para el actual momento de la política argentina, al reunir a referentes de todos los sectores que destacaron su permanente búsqueda de consensos y llamado al diálogo.

Durante toda la madrugada, y pese a la intermitente lluvia, fue incesante el desfile de personas por la capilla ardiente que se emplazó en el Salón Azul del Congreso para despedir al ex mandatario hasta las 10, cuando fue cerrado el recinto para preparar el acto donde hablaron los principales dirigentes del partido.

"Alfonsín, Alfonsín" era el cántico que de a ratos entonaban los simpatizantes que aguardaban, resguardados por paraguas, seguir todas las alternativas de los homenajes.

A continuación, tuvieron lugar los mensajes del ex vicepresidente Víctor Martínez; el titular de la UCR, Gerardo Morales; el senador Ernesto Sanz; el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner y, por último el vicepresidente Julio Cobos, que destacaron el legado del dirigente oriundo de Chascomús.

Fernando de la Rúa fue el único ex jefe de Estado que estuvo presente en el acto de ayer, aunque el miércoles ya habían participado Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde y Carlos Menem del velatorio.

Una vez finalizado el homenaje, el féretro del radical fue sacado a la explanada del Parlamento donde su primo, el arzobispo de Rosario José María Arancedo ofició una misa en su memoria.

Montado sobre una cureña tirada por un jeep militar, el ataúd con los restos de Alfonsín, cubierto por una bandera argentina y el bastón de mando presidencial, partió alrededor de las 14.15 desde el Congreso rumbo al cementerio de la Recoleta, para ser depositado en la Boveda de los Caídos de la Revolución del Parque de 1890.

Acompañado por una multitud calculada entre 60 y 80 mil personas -según fuentes extraoficiales-, la caravana tardó aproximadamente 1.45 hora para cubrir un recorrido de menos de 20 cuadras por la avenida Callao, hasta el barrio de Recoleta.

En el trayecto, la gente pugnaba por tomar contacto con el cajón y se poblaron los balcones de la avenida, desde donde se tiraban flores para homenajear a Alfonsín.

Por delante del féretro se encontraba Ricardo Alfonsín, uno de los hijos del ex jefe de Estado junto a otros familiares, y era escoltado por la Juventud Radical y un cordón integrado por Cobos, Morales, Sanz, Jesús Rodríguez, Storani, Negri y Rozas, entre otros, quienes avanzaban tomados del brazo.

Al llegar al cementerio, se registraron forcejeos de la inmensa cantidad de gente que peleaba por ingresar al lugar para participar de la despedida, pero el personal de seguridad sólo permitió la entrada de los familiares y las principales figuras del partido.

Junto a la bóveda, se realizó otro acto recordatorio donde brindaron un mensaje los ex integrantes de su gobierno Enrique "Coti" Nosiglia, Mario Losada, Leopoldo Moreau, la ex senadora Graciela Fernández Meijide, el titular de la UCR bonaerense Daniel Salvador, el ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti y el titular de la Convención Nacional, Hipólito Solari Yrigoyen.

Como cierre de los dos días que enlutaron a la Argentina, el ataúd de Alfonsín, envuelto en la bandera nacional, fue depositado en la bóveda donde descansan el fundador de la UCR, Leandro Alem, y los ex presidentes Hipólito Yrigoyen y Arturo Illia.

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