LONDRES- Las manifestaciones anti-G20 en Londres, durante las que murió una persona el miércoles en circunstancias sin esclarecer, no han tenido la movilización que se esperada, limitándose a algunos altercados y escaramuzas en la City, lejos de la parálisis soñada.

Tras varios días de congregaciones en la City, corazón financiero de la capital, las organizaciones se concentraron ayer en el centro de conferencias ExCel, transformado en fortaleza para acoger la cumbre del G20.

En el momento álgido de la jornada, alrededor de 400 personas protestaban en las inmediaciones del centro, en el este de Londres, donde los dirigentes de los países industrializados y emergentes buscaban un antídoto a la crisis económica mundial. Los opositores al primer ministro etíope Meles Zenawi, presente en calidad de presidente de la Nueva Asociación para el Desarrollo de Africa (NEPAD) hicieron oír su voz por la mañana. "Zenawi debe ser llevado ante (el tribunal penal) de La Haya, no ante el G20; comete un genocidio y el mundo no debe permitir que se produzca otro Ruanda", explicó Abdi Yunis, de 28 años. (DPA)