CIPOLLETTI (AC).- Los protagonistas de esta historia son Facundo, Rubén, Sebastián y Nicolás, alumnos de séptimo grado de una escuela pública de esta ciudad. El miércoles a la mañana encontraron una billetera con algo más de 700 pesos que devolvieron a su dueño, un joven de 20 años que trabaja en un galpón para pagarse sus estudios universita- rios.

La historia la relató Mirta Carrasco, la directora de la escuela, como reconocimiento al gesto de los chicos que, a pesar de convivir con dificultades económicas, hicieron prevalecer los valores que les inculcaron sus familias y la institución escolar. Hoy, los cuatro serán reconocidos y agasajados frente a todos sus compañeros cuando a las 8:15 de la mañana suene el timbre para entrar a clases en la escuela 264 del barrio Luis Piedra Buena, a donde concurren.

El hallazgo de la billetera lo realizó Facundo, el miércoles a la mañana, en un banco de la plaza que está frente a la institución. La levantó, la miró y se encontró con que adentro no sólo había documentos varios y una tarjeta de crédito sino también algo más de 700 pesos en efectivo. Sin definir todavía qué hacer, compartió el encuentro con sus otros tres amigos del curso.

"Durante toda la mañana se estuvieron preguntando qué hacer y después de mucho debatir decidieron acercarse a su docente para contarle lo que habían encontrado", explicó la directora.

A partir de ese momento se inició la búsqueda del dueño. Primero, el portero fue hasta una dirección que figuraba en el documento y no encontró a nadie. Después uno de los chicos relacionó el nombre y se dio cuenta de que lo conocía porque vivía cerca de un familiar en otro barrio.

A eso de las 13, los esfuerzos dieron resultado y apareció el joven en busca de sus pertenencias. Luego de comprobar que no le faltaba nada agradeció a los niños por el gesto.

A la tarde, llamó su abuelo e hizo lo mismo. Además contó que su nieto era estudiante universitario y que trabajaba en un galpón para pagarse sus estudios. Como quería agradecer personalmente a los chicos se comprometió a ir hoy a la escuela y hacerlo públicamente.

Quien se mostró conmovida con la actitud de los alumnos fue la directora Mirta Carrasco. Primero rescató la valentía de Facundo, Rubén, Sebastián y Nicolás y luego, el trabajo realizado por la maestra de 7º, Verónica Unanue. "Es el pilar del trabajo con los chicos y hace muchos años que está en la escuela. Si los niños le fueron a contar a ella es porque logró generarles confianza", aseguró orgullosa de la docente.