Jueves 02 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
El presidente de EE. UU. bajó tensión con Rusia y China

LONDRES (DPA).- Obama no ha perdido ni un minuto desde que pisó suelo europeo. En menos de una mañana el nuevo presidente norteamericano tuvo tiempo de presentar al mundo el nuevo rostro de su país y de rebajar la tensión con China y Rusia, todavía resentidos de la gélida relación con Washington tras la "era Bush".

Desde su desayuno a primera hora de la mañana en el número 10 de Dowing Street con el primer ministro británico, Gordon Brown, Obama no cese de mantener encuentros bilaterales con varios de los líderes que acudirán hoy a la cita del G20.

Lo hizo acompañado de la primera dama, Michelle Obama, y de los millones de curiosos y manifestantes que lo esperaban en cada una de sus paradas por la capital británica.

Los objetivos y los flashes no dejaron de parpadear ayer en Londres mientras 5.000 policías intentaron contener sin demasiado éxito los movimientos anarquistas y anticapitalistas que se manifestaron en el barrio financiero de Londres.

La eficacia, la popularidad y el carisma de Obama quedaron más que demostrados en la mañana de ayer, en la que presentó el "nuevo" Estados Unidos al primer ministro británico ruso, Dmitri Medvedev, y al presidente chino, Hu Jintao, con los que empezó a cerrar la brecha que dejó tras de sí la anterior administración norteamericana.

Obama rompió con varios años de tensiones entre Estados Unidos y Rusia, irremediablemente enfrentados durante la "era Bush" por cuestiones económicas y estratégicas que se agudizaron en los últimos años por el deseo de Estados Unidos de instalar un escudo antimisiles en suelo europeo.

Obama puso a Medvedev el segundo en su lista de visitas ayer en Londres, y se marchó de la reunión con un significativo acuerdo para la reducción de la proliferación de armas estratégicas nucleares.

La declaración firmada entre ambos, que renueva el Tratado para la Reducción de Armas Estrátegicas (START, por sus siglas en inglés) en vigor desde 1994 y con expiración a finales de este año, prevé que ambos fijen nuevos objetivos para el desarme nuclear más ambiciosos que los que fijaba el Tratado de Reducciones Estratégicas Ofensivas de Moscú de 2002. START ha "cumplido totalmente su objetivo", señalaron Obama y Medvedev, que acordaron volver a reunirse en julio.

Tras dar a Moscú el apretón de manos más caluroso que ha recibido de Estado Unidos los últimos años, Obama se dirigió a Hu Jintao, con el que se comprometió a reforzar y estabilizar sus relaciones comerciales, a evitar el proteccionismo, y a reforzar el papel de la economía emergentes.

Además, ambos mandatarios acordaron volver a reunirse en la segunda mitad de este año para reforzar las relaciones ente Estados Unidos y China, marcadas por la frialdad en la etapa de Bush. En su cita con el anfitrión de la cumbre del G20, Gordon Brown, que recibió a Obama a primera hora de la mañana en el número 10 de Dowing Street, el líder norteamericano aseguró que las divisiones entre los 22 países que acuden al G20 están "superadas".

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