Jueves 02 de Abril de 2009 Edicion impresa pag. 22 > Internacionales
Sarkozy provocó a Obama: "No alcanza con discursos bonitos"
Aliado a Merkel, pide más control al sector financiero. EE.UU., Inglaterra y Japón se resisten a ir muy lejos.

La presidenta de Alemania Angela Merkel y su par francés Nicolas Sarkozy escenificaron ayer lo que se temía: la existencia en el G20 de dos bloques bien definidos. En uno, liderado por ellos, están quienes quieren aprovechar la cumbre para rediseñar el sistema financiero. En el otro -liderado por Gordon Brown, Barack Obama y el japonés Taro Aso-, quienes se resisten a ir demasiado lejos.

La cumbre para discutir la crisis es la prueba de fuego internacional para el mandatario estadounidense Barack Obama, quien se reunió ayer en Londres con los dirigentes del Reino Unido, Rusia y China (ver recuadro), y lanzó un mensaje de unidad a los líderes del mundo.

Como suele ocurrir, el más lanzado fue Sarkozy, que se ha erigido en vocero de "las víctimas inocentes de la crisis, que la sufren sin haber tenido culpa de nada". Subrayó que los líderes mundiales deben ser conscientes de que esas personas están pendientes de sus decisiones y llamó a regular "ahora, no más tarde" el sistema financiero internacional.

Sarkozy dijo que la nueva financiación global era "un objetivo no negociable" y que no aceptaría que se dejara para la siguiente cumbre. "Lo que nos ha llevado hasta aquí ha sido la manipulación de los técnicos bancarios y eso es lo que debemos rediseñar", dijo el presidente francés.

A su lado, Merkel fue igual de tajante: "Lo que no hagamos en Londres lo haremos después. La nueva arquitectura financiera debemos fijarla ahora". Ese "ahora" amenaza con agriar el ambiente de la cena ulterior en Downing Street, donde los líderes ultimarán los últimos flecos del comunicado final, que se supone estará listo para la madrugada. "Hay muchas versiones diferentes del texto y todavía hay muchas oportunidades de avanzar", dijo la canciller alemana a preguntas de los periodistas.

Sarkozy y Merkel agradecieron a Brown sus esfuerzos por llegar a un consenso, pero la frase protocolar no los frenó a la hora de fijar posiciones firmes contra el ´premier´ británico y su aliado americano. "Fue Europa la que parió la idea del G20", dijo Sarkozy, "pero la crisis no surgió precisamente en Europa".

"La elección de Obama suscitó mucha esperanza. Su lema fue ´Yes we can´ y yo confío en Obama, pero un Gobierno debe decir lo mismo que dice su líder. La política no es sólo hacer discursos bonitos. Es sobre todo asumir responsabilidades", agregó el mandatario francés.

El tira y afloja se presume duro. Así lo han querido reflejar Sarkozy y Merkel en su comparecencia. Da la impresión de que el comunicado no se pactará hasta altas horas de la madrugada.

Mientras los dirigentes mundiales se reúnen en suntuosos y alfombrados salones, las calles de Londres fueron escenario ayer de choques entre manifestantes y policías antimotines, que dejaron 24 personas detenidas y varios policías antimotines y manifestantes heridos (ver recuadro).

Obama, que será seguramente la estrella de la cumbre el jueves en Londres de las principales economías del planeta, lanzó un llamamiento a los líderes del G20 a hacer hincapié en los puntos en común que los unen "y no en las divergencias".

Tras sus reuniones con algunos de los líderes del planeta, Obama, de 47 años, y su esposa, Michelle, de 45, acudieron al Palacio de Buckingham, donde fueron recibidos por la reina Isabel II, de 82 años, y su esposo, Felipe, de 87. (AFP y DPA)

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