VIEDMA (AV).- Los magros salarios y la precariedad laboral fueron las razones de un nutrido grupo de agentes públicos y profesionales del área social, para tomar simbólicamente un edificio perteneciente al Ministerio de Familia.

La acción se concretó en la mañana de ayer sobre la sede que ocupa Promoción Familiar en las calle Las Heras al 700 de esta capital.

El sector está encuadrado en el decreto Nº 115 integrado por becarios que perciben por su trabajo entre 600 y 1.000 pesos, de acuerdo al grado de actividades que desempeñan.

La última reunión del Consejo de la Función Pública determinó incorporarles el incremento de 200 pesos que se otorgará a los otros escalafones de la administración pública rionegrina.

Aún así, las quejas se notaron ayer con un corte de calles en la capital provincial y la instalación de carteles como consecuencia del enojo masivo y a la falta de respuestas a sus reclamos.

Plantearon que "el monto es una beca de formación pero nosotros vivimos con esto, y además no tenemos recursos para desempeñar nuestra tarea".

Con 350 familias

En la tarea cotidiana tienen a su cargo los programas de atención a indigentes llegando a unas 350 familias de esta ciudad dentro del denominado sistema de Fortalecimiento Familiar, jubilados, los beneficiarios del Plan Libertad Asistida y Centros de Atención Integral al Adolescente (Caina).

También denunciaron que "a veces no podemos desempeñar nuestra tarea que significa tomar -en nombre del Estado- algunos compromisos, que posteriormente no podemos cumplir y se nos vienen abajo todas las estrategias de abordaje".

Los manifestantes instalaron cartelería haciendo mención a que tampoco pueden distribuir bolsas de comidas ante las restricciones presupuestarias.

Si bien en este caso el reclamo fue de los agentes de Viedma, la queja está instalada en toda la provincia, donde se repiten las quejas por las condiciones laborales.