"¿De qué otra forma podíamos decir desde el Superior Tribunal de Justicia que el Estado rionegrino no estaba cumpliendo con su deber? No se me ocurre otra forma que decir "inactividad". Sé que al gobierno provincial no le gustó nada pero bueno, es así", sostuvo ayer el juez Sodero Nievas, miembro del máximo tribunal judicial de Río Negro quien firmó el fallo que ordenó a los docentes a levantar el paro e intimó al gobierno de Saiz a realizar una oferta salarial y no descontar los días no trabajados por los docentes.

El magistrado también se mostró sorprendido ante este diario de la repercusión nacional que tuvo el fallo, donde se invoca la Convención de los Derechos del Niño, que demanda a los Estados el acceso a la educación en toda situación.

"Había que derribar el muro entre las dos partes en conflicto", dijo Sodero Nievas. "Para afuera pueden debilitarse ambos sectores pero hacia dentro se ve que se radicalizan, que exhiben una dureza inamovible. Había que hacer algo", agrega. Y en estas situaciones, sostiene, "el Estado siempre es más responsable en su deber de educar, que es una función intransferible e ineludible".

Además, "ante el estado de indiferencia y pasividad en la mayoría de la gente se corre el riesgo, ahora, de un nuevo conflicto: perder absolutamente la educación de los chicos".