El Banco Mundial (BM) se mostró preocupado por las consecuencias de la crisis económica global en los países en vías de desarrollo, a la que prácticamente ninguno escapa y que debilita sobre todo a los más pobres, donde en muchos casos hace trizas "años de progreso", informó la agencia francesa AFP.
En sus Perspectivas Económicas Mundiales publicadas hoy, el BM predice que el crecimiento económico de los países en vías de desarrollo debería desacelerarse fuertemente en 2009, a un 2,1%, contra el 5,8% de 2008. Peor aun "si se quita China e India, el crecimiento es nulo" para estos países, declaró a la prensa Justin Lin, economista en jefe y el primer vicepresidente del BM.
Según el experto, los países en vías de desarrollo fuera de India y China conocerían así "un retroceso de su renta real de 1,5% este año", teniendo en cuenta su crecimiento demográfico. Para el Banco Mundial, el mundo en desarrollo corre peligro de pagar un pesado tributo por una crisis originada en los países del Norte.
En apariencia, estos son los últimos que deberían pagar, ya que el Banco Mundial prevé un retroceso del PIB de 2,9% en los países ricos que provocaría la primera recesión mundial desde la posguerra, con una contracción del Producto Interno Bruto planetario de 1,7% en 2009.
Pero "en todos los países en vías de desarrollo comprobamos los efectos de la recesión sobre los más pobres, que están más expuestos que antes a golpes súbitos y que ven su margen de maniobra reducido y sus esperanzas frustradas", observa Lin.
Para Lin "se trata simplemente de una crisis de desarrollo, que podría deshacer años de progreso". Para 2009, el Banco predice una caída histórica del volumen del comercio mundial de bienes y servicios de 6,1% con relación a 2008, que arrastrará una fuerte disminución de los ingresos de los países pobres.
A esto se añade el hecho de que "los países en vías de desarrollo son directamente afectados (...) por una caída del flujo de capitales hacia" estos, explica Hans Timmer, responsable del equipo encargado del análisis de las tendencias económicas mundiales en el seno del BM. La crisis, dice, hizo tambalear las inversiones del sector privado en los países en vías de desarrollo, mientras que éstas habían crecido enormemente durante la fase de expansión de 2002 a 2007. "
Uno de los riesgos claves (...) es la posibilidad de crisis de la balanza de pagos en una serie de países" donde "las necesidades de financiamiento no serán aseguradas por flujos de capitales privados", añade. Para el banco, "las necesidades de financiamiento estarían en el orden de los 270.000 a 700.000 millones de dólares" y estos déficits amenazarían particularmente a los países de Europa Oriental y de Asia Central, así como América Latina y África subsahariana.
Timmer teme que si las necesidades de financiamiento no son satisfechas, obligará a los gobiernos de los países concernidos a "ajustes" que correrán peligro de disminuir todavía más su economía, y podemos esperar en este caso un retroceso de la actividad "mucho más (importante) que lo que se vio durante la crisis en el Sudeste asiático" a fines de los años 1990. Para el Banco Mundial, los países en vías de desarrollo no saldrán solos de esa situación, y por ende habrá que apoyarlos.