BUENOS AIRES (ABA).- En medio de la campaña electoral, que acaba de empezar con la oficialización del adelantamiento de las elecciones, el gobierno intentará sacar provecho del nuevo sistema de coparticipación de la soja, que repartirá a las provincias más de $ 6500 millones.
La Casa Rosada planea organizar distintos actos con cada uno de los gobernadores que se adhieran al nuevo sistema de distribución de fondos provenientes del agro, según confirmaron a "Río Negro" fuentes del entorno presidencial.
El jueves 26, el gobierno abrió las puertas de la Rosada para recibir al gobernador que más se beneficia con la coparticipación de la soja: el bonaerense Daniel Scioli, quien firmó su adhesión al sistema en un acto encabezado por la presidenta.
Asistieron como invitados más de 70 intendentes de la provincia de Buenos Aires que recibirán millones de pesos del Ejecutivo justo en medio de la campaña electoral.
La comuna de Vicente López, por poner un ejemplo, conseguirá ahora más de 11 millones de pesos "sojeros" al año, lo que equivale a los fondos que gasta cada año en pavimentar calles. El jefe comunal Enrique "Japonés" García, un radical K, se muestra ahora más alineado que nunca.
El gobierno espera repetir actos como el que hizo con Scioli con cada uno de los mandatarios provinciales que responden al oficialismo, y sobre todo con los más díscolos, como el cordobés Juan Schiaretti, quien a pesar de apoyar a la Mesa de Enlace se vio obligado a aceptar los fondos de las retenciones a la soja.
Los Kirchner creen que su plan de distribuir 6500 millones de pesos generados por la soja acorraló políticamente no solo a Schiaretti, sino también al santafesino Binner y el porteño Macri, quienes tienen graves problemas fiscales en sus distritos, por lo que aceptaron casi de inmediato el envío de esos fondos, a pesar de rechazar a la vez las retenciones, algo que enojó a los dirigentes rurales, sus aliados anti K.
"Al final se saca todo el mundo la careta y vemos como los gobernadores se arrodillan sobre porotos de soja, que duelen las rodillas, pero reciben estos fondos", se lamentó esta semana el presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati.La Presidenta aprovecha esas contradicciones de la oposición para argumentar a favor de las retenciones: "Veo que muchos se manifiestan en contra de los derechos de exportaciones pero aceptan los fondos de la soja: dicen que lo hacen porque los necesitan. ¿Qué se piensan, que la Nación no los necesita?", chicaneó.
Mal que les pese a muchos de ellos, los gobernadores se ven obligados a firmar junto a la Nación su adhesión al convenio de reparto de la plata de la soja, ya que así lo dispone la letra chica de la reglamentación de la medida, según explicaron fuentes oficiales. Eso provoca que tanto Binner como Macri, por ejemplo, planeen hacer complejos malabares burocráticos para lograr recibir los millones de las retenciones sin antes sacarse una foto junto a la Presidenta.