DOHA (AFP) - El presidente sudanés, Omar al Bashir, desafío ayer a la Corte Penal Internacional (CPI), que emitió una orden de captura internacional contra él, al acudir a Doha para participar en la cumbre árabe, en la que coincidirá con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Bashir, cuya participación era incierta, ha sido recibido en el aeropuerto por el jeque del Emirato de Qatar, Hamad ben Jalifa Al Thani, cuyo país es el anfitrión de la reunión anual de la Liga Arabe. Poco antes de su llegada, Alí Yusef, responsable de protocolo del Ministerio sudanés de Relaciones Exteriores, había adelantado que Bashir se encontraba camino de Doha, donde debe participar en la cumbre árabe. Se trata del cuarto viaje al extranjero del presidente sudanés desde que la CPI emitió el pasado 4 de marzo una orden de arresto contra él por crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur, una región del oeste de Sudán en guerra civil. Bashir viajó esta semana a Eritrea, Egipto y Libia.
Por otra parte, una fuente de la ONU confirmó que el secretario general Ban Ki-moon asistirá como observador a la cumbre, a pesar de la presencia de Bashir. Los países árabes expresaron su solidaridad con Bashir en las reuniones preparatorias de la cumbre. "La presión ejercida sobre Sudán es inaceptable", declaró el jefe de la diplomacia de Bahréin, jeque Jaled Ben Ahmad Al Jalifa.
El fiscal de la CPI, el argentino Luis Moreno Ocampo, había declarado que "Omar el Bechir no tenía inmunidad (...). Tan pronto como atraviese el espacio aéreo internacional, podrá ser detenido". El arresto es responsabilidad de los Estados, dado que la CPI no dispone de policía propia.