ROMA (AFP) - Quince años después de su entrada fulgurante en política, Silvio Berlusconi se puso al frente ayer de un gran partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), con el firme propósito de conquistar a uno de cada dos italianos. "Espero estar a la altura, intentaré no decepcionarles nunca (...) Hoy nació un gran partido para guiar Italia en el nuevo siglo", declaró el Cavaliere, elegido a mano alzada como presidente del PDL por unos 6.000 delegados reunidos en Roma.
Entre aplausos, Berlusconi mencionó un sondeo que otorga al PDL, "un gran partido moderado, liberal, reformista", "más del 44%" de los votos, recalcando que el objetivo era alcanzar el 51% "ya que un partido como el nuestro no se fija límites".
En las elecciones legislativas de abril de 2008, la coalición de derecha formada por el partido del Cavaliere, Forza Italia, y el de Gianfranco Fini, Alianza Nacional (AN, conservador), cuya fusión dio a luz ayer al PDL, obtuvo el 37,4% de los sufragios.
Gianfranco Fini, de 57 años, que ambiciona suceder al Cavaliere, no asistió al discurso de Berlusconi, un ausencia muy llamativa que coincide con ciertos interrogantes en la prensa sobre la cohesión del nuevo partido.
Presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, salido del movimiento neofascita, no ha ocultado durante los últimos meses sus discrepancias con Berlusconi sobre temas como el respeto del laicismo o el papel del Parlamento.
El Cavaliere, al que le cuesta mucho adaptarse a la lentitud del régimen parlamentario, abogó durante su discurso de más de una hora por una "modernización" de la Constitución, reforzando principalmente los poderes del jefe de gobierno que considera "casi inexistentes".
El congreso fundacional del PDL acontece a los quince años de la primera victoria electoral, en marzo de 1994, del multimillonario Silvio Berlusconi.
El nacimiento del nuevo partido, transformado en un show político de tres días desde el viernes, se produce a dos meses de las elecciones europeas de junio. Berlusconi, de 72 años, confirmó que dirigirá la lista del PDL para esos comicios y desafió al líder de la izquierda y jefe del Partido Democrático (PD), Dario Franceschini, "si existe un líder, de hacer lo propio".
"Silvio Berlusconi se regaló un superpartido a su servicio. Para proseguir sin obstrucción su mandato de cinco años, asentar su autoridad, convertirse eventualmente en presidente de la República", declaró a la AFP el politólogo Marc Lazar. Es un partido "que llegará a un amplio electorado, desde los pequeños artesanos hasta los empresarios pasando por los estratos más populares y asustados por la globalización y la inmigración", agrega el politólogo.
La izquierda, que aún no se ha repuesto del todo de su fracaso en las legislativas, criticó a Berlusconi, "que quiere hacer tabla rasa de la Constitución para convertirse en el patrón de su nueva empresa: Italia", como dijo el ex juez anticorrupción Antonio Di Pietro, jefe de Italia de los Valores.