Domingo 29 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 40 > Cultura y Espectaculos
El padre de la lágrima

MADRID (DPA)- Boris Izaguirre dice de su nueva novela que es su trabajo más libre, mientras que el colombiano Daniel Samper la define como "un delirio". La realidad es que "Y de repente fue ayer", título del último trabajo del escritor venezolano, se podría definir de muchas maneras. En el marco del ciclo sobre la telenovela organizado por la madrileña Casa de América, las palabras de Izaguirre van desde el calificativo de novela épica a un libro exigente, pasando por una característica necesaria para entenderla: un retrato del inventor del "culebrón", Félix B. Caignet.

La telenovela, o más bien la radionovela, nació de la mano de este escritor en Cuba. Según Izaguirre, "Caignet fue un hombre que consiguió subyugar al pueblo cubano a través de las radionovelas, hizo posible que todo un pueblo reaccionara ante sus historias. La primera revolución cubana real no fue la de Castro, sino ´El derecho de nacer´, la radionovela de Félix B. Caignet".

Este personaje real ha servido de inspiración para que Izaguirre creara su propio protagonista. "El Efraín de mi historia es un hombre que pretende llevar a cabo una revolución más allá de lo político. Pretende crear un nuevo género y la gente le mira como si estuviese loco. La idea nació cuando escribía mi novela ´Villa diamante´". Fue en ese momento cuando Izaquirre tuvo claro cómo iba a ser su protagonista, pero le faltaba pulirlo. Todo fue más fácil cuando escuchó por primera vez una entrevista de Félix B. Caignet. "La primera vez que escuché la historia de Caignet me dí cuenta que él era mi personaje. Ese idealista que quería crear un nuevo género existía de verdad y su historia se convirtió en la de mi Efraín".

Una historia "épica" que se desarrolla a través de varias décadas en Cuba, incluyendo la revolución de Castro, hasta el año 1962. "Realmente yo no he ido a Cuba para escribir esta novela. El país que conforma el escenario de mi novela es una Cuba inventada por mí para esta historia". Pero lo que sí es verdad es que la revolución aparece y de una forma muy real: "Ahora que han pasado 50 años es el momento ideal para hablar de la revolución y es muy interesante el paralelismo que se crea porque, ya sea a través de la telenovela o de la revolución, el objetivo es similar, convencer al pueblo, conseguir la implicación de la población", afirma Izaguirre.

En su nueva novela Boris Izaguirre, que se define a sí mismo como "un hijo de la izquierda latinoamericana", repasa la vida de un hombre visionario que hace realidad su sueño de inventar una nueva forma de escribir y de contar las historias. "Y de repente fue ayer" (Planeta) sale a la venta el 2 de abril.

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