BUENOS AIRES.- El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, no descartó ayer que se vaya "analizar la situación" de aquellos policías exonerados de las fuerzas por temas no vinculados a delitos, para que puedan ser convocados en su calidad de retirados al nuevo plan oficial que busca combatir la inseguridad.
Además, Fernández aclaró que las Fuerzas Armadas no pueden intervenir en la lucha contra de la delincuencia porque "la ley de seguridad interior lo impide".
El Gobierno nacional presentó el viernes un nuevo plan de seguridad que incluye la incorporación de 4.000 policías retirados, 1.500 gendarmes, 500 nuevos patrulleros y 5.000 cámaras de video para reforzar la prevención del delito en los puntos más críticos del conurbano bonaerense, La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca y el Gran Mendoza.
"Puede haber gente que haya sido sancionada por temas formales o por temas de otras características que no sean de conductas disvaliosas, y que en ese caso se pueda analizar su situación", indicó Fernández sobre el caso del personal retirado.
En declaraciones a radio Mitre, explicó sin embargo que el reclutamiento del sector retirado "lo tiene que manejar y coordinar las provincias de Buenos Aires y Mendoza".
Al ser consultado sobre los reclamos para que los militares salgan a patrullar para enfrentar la inseguridad, Fernández contestó: "Yo no soy un hombre negado o que tenga una posición adversas a las Fuerzas Armadas, lo que sucede es que la Argentina ha pasado por vivencias que no quiere volver a pasar y que han intervenido en otros momentos de la historia del país".
"La ley de seguridad interior lo impide precisamente en trabajar en ese sentido", añadió Fernández, quien destacó que "las condiciones en la Argentina no permiten la situación" de que los militares se involucren en el combate contra el delito.
