NEUQUÉN (AN) - Mujeres, chicos en sillas de ruedas, ancianos, pacientes de todo tipo pero especialmente aquellos a quienes la salud pública les salvó la vida, se reunieron ayer en torno del hospital Castro Rendón en un abrazo simbólico con el que trataron de llamar la atención del gobierno provincial por la crisis que atraviesa el sistema.

No llegaron a rodear la manzana de Alderete, Santa Fe, Ministro González y Buenos Aires, pero los brazos extendidos de la cadena humana fue un gesto dirigido directamente al gobernador Jorge Sapag, porque además a él estuvieron dirigidos los discursos de los familiares y amigos de los pacientes, que organizaron el abrazo.

Había trabajadores del hospital entre el público, además de militantes y dirigentes de organizaciones sociales y sindicales, especialmente de la seccional capitalina de ATEN.

La actividad fue organizada después de las 19 por Favea (Familiares, Amigos, Vecinos y Enfermos Agrupados). Se leyó un documento dirigido a Sapag en el que dijeron: "tenemos el derecho constitucional a la salud y a ser atendidos en el hospital público". "El ejercicio de los derechos se practica, no se delega", advirtieron también los organizadores durante el acto que precedió el abrazo simbólico.

Aquellos con dificultades para caminar que no quisieron perderse la manifestación, se quedaron de pie frente a la entrada de la calle Buenos Aires para ser también parte de la cadena. "Usted tiene la herramienta para darnos una respuesta", le reclamaron al gobernador. La crisis del sistema sanitario arrastra años de desfinanciamiento, pero en el año y medio que lleva Sapag en la función no ha logrado que ciertos problemas, como el éxodo de médicos por los bajos salarios, se reviertan.