NEUQUÉN (AN).- Son jóvenes y tienen toda una vida por delante, pero en algún momento el conflicto existencial se desencadena sin remedio. Tal vez los dictámenes de la sociedad, las expectativas familiares o los propios deseos obligan a las mujeres a enfrentarse a la traumática situación de haber cruzado la barrera de los 30 años.
Mirta Wons, Fernanda Neil y Claudia Fernández ponen en escena el intrincado universo de las "Confesiones de mujeres de 30". La obra dirigida por Lía Jelin, se presentará el próximo miércoles 1 de abril en el Centro Cultural de Viedma, el jueves 2 en Casino Magic de Neuquén, el 3 en el Centro Cultural Amancay de San Martín de los Andes y el 4 en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura.
Se solía afirmar que la crisis femenina llegaba cuando se soplaban las primeras 40 velitas. Pero la modernidad y sus bemoles impuso nuevos modos. Ahora los cuarenta son los treinta de antes y los treinta son un problema.
La tercer década, según el argumento de la obra, se avecina como la primera etapa consumada hacia el éxito o el fracaso; cuando se siente la presión social de que todo es "ahora o nunca", ya sea para realizarse como ser humano, como profesional, como esposa o como madre. Es la etapa en que por ejemplo, el momento del casamiento, de los hijos, el ascenso profesional es uno sólo y si no se aprovecha ahora, después... y además es imperioso mantenerse jóvenes como modelos de tapa de revista.
"Confesiones de mujeres de 30" aborda esos temas tan femeninos como comunes. Con humor y soltura, las tres actrices charlan en un escenario que oficia de confesionario, sobre el deterioro del cuerpo y la agotadora lucha por detenerlo; el sexo, el matrimonio, el divorcio, los miedos y alegrías de las treintañeras. Obviamente no pasan por alto la oportunidad de hablar de los hombres y los vínculos de pareja. En esta pieza, ellos figuran como los antagonistas, las mujeres sostienen que los hombres son los generadores de todo, de la felicidad y la infelicidad, el amor y el desamor, la locura, la tristeza y la risa.
Con diálogos directos y mucho humor estos tres personajes van involucrando al espectador en una historia que puede repetirse en cada mujer que habite cualquier rincón de la platea y del mundo.
Donde exista una mujer en ruleros o con make up de estrella de cine, hubo, hay o habrá un conflicto con la tercer década y un planteo existencial a resolver.
