BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a repudiar ayer el lock-out que llevan adelante los productores agropecuarios, al subrayar que "nunca pararon cuando se descontaban salarios, cuando estaba la dictadura o cuando se instauró el corralito".
Además, calificó de "salvajes" los cortes de ruta llevados adelante por dirigentes rurales y advirtió que la protesta no responde a "reclamos sectoriales" sino que "se está discutiendo el modelo" económico entre el que impulsa el gobierno y el "agroexportador" que quiere el campo.
"Ahora paran quizás porque es un gobierno nacional y popular", advirtió la jefa del Estado al referirse al "séptimo paro patronal en un año y tres meses de gobierno".
En este marco, la mandataria nacional resaltó que "yo no recuerdo en la historia, ni siquiera regional, que en un año y tres meses haya habido siete paros, salvajes, incluso con la características con desabastecimiento, aumentos de precios, escraches, cortes de rutas".
Pese a la dureza de estos conceptos, la presidenta insistió en que "hay una gran actitud del gobierno al diálogo, pero creo que es hora que cada uno comience a explicitar cuál es su modelo, cuáles son las medidas fiscales, a quiénes se va a beneficiar y a quiénes se van a dar las cosas".
La primera mandataria se refirió en dos oportunidades durante la jornada al lock out del campo dispuesto por los dirigentes rurales en repudio a la negativa de la Casa Rosada de rebajar la alícuota de las retenciones a las exportaciones de soja.
Primero fue en la mañana de ayer durante el acto de bautismo de un buque para la investigación y preservación de los recursos ictícolas, que se realizó en Dársena Norte, y por la tarde, ya en la Casa de Gobierno frente a intendentes bonaerenses que firmaron el acuerdo de adhesión al Fondo Federal Solidario que coparticipará los derechos de exportación de la soja. (DyN)