Miguel Ángel Russo continuará como entrenador de San Lorenzo, al menos por ahora, tras un maratónico cónclave de seis horas en el centro de operaciones de Marcelo Tinelli, en el barrio porteño de Colegiales.

Aunque no tiene ningún cargo en la comisión directiva, el conducto fue uno de los primeros que salió a hablar de la reunión y fue clarito. Dijo que será "un fracaso" si el equipo queda eliminado en la fase de grupos de la Copa Libertadores.

La cercanía del partido ante San Luis, en México (8 de abril) y el golpe que produciría una eventual eliminación en un técnico entrante, llevaron a los dirigentes y al grupo inversor a decidir que Russo siga en su puesto.

"Todos queremos lo mejor para San Lorenzo y acá no se trata de satisfacciones personales. Los jugadores son tenidos en cuenta también, pero sobre todo tuvo que ver la decisión de los dirigentes", opinó Rafael Savino, quien prácticamente era la única autoridad del club que estaba en favor de sostener al técnico.

La resolución fue "de consenso absoluto", dijo Tinelli con la idea de darle respaldo a Russo hasta el 30 de junio, día en que venza el vínculo con el club.

En la extensa cumbre, se analizó la posibilidad de llamar a otro entrenador, pero con el correr de las horas y de ver que no había muchas salidas, optaron por la continuidad.

Russo dijo haber tomado con "tranquilidad" la determinación y que sabe que en San Lorenzo son usuales "las presiones".

Negó que haya pensado en renunciar: "el día que me pase por la mente, lo hago", sostuvo en una conferencia de prensa, en la que rompió el silencio, tras el hermetismo del martes en la Ciudad Deportiva, cuando los susurros auguraban que sería su último día de trabajo en ese lugar.