La Iglesia y el gobierno nacional volvieron a confrontar luego de un período de tregua, a raíz de un documento crítico referido a la inseguridad y al conflicto con el campo difundido por el Episcopado.
El encargado de salir al cruce con los religiosos fue el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, quien le pidió irónicamente que "no ayuden más" al Gobierno y reclamó que las expresiones "sean más alentadoras".
Con el mensaje "Fortalecer la amistad social", una veintena de obispos culminó hoy dos jornadas de deliberaciones de la comisión permanente del Episcopado, que se abocó al análisis de temas eclesiales internos y también a alertar sobre situaciones conflictivas que atraviesa el país. El martes se difundió una declaración surgida de las deliberaciones de la comisión presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, que advertía que la paz social "está alterada", a raíz del "conflicto permanente" entre el gobierno y el campo y la ola de inseguridad.
Durante esta mañana, los obispos insistieron en prevenir situaciones violentas mediante diálogos "sinceros y transparentes" y la búsqueda de consensos que "fortalezcan la paz social".
"Hay que evitar las actitudes que nos enfrenten y dividan, y que como tales generan un clima de confrontación propicio a la violencia. El momento actual reclama diálogos sinceros y transparentes, reconciliación de los argentinos y búsqueda de consensos que fortalezcan la paz social", demandaron los participantes de la reunión de la comisión permanente del Episcopado.
Desde el sábado pasado, los productores realizan una huelga que incluye bloqueos totales o parciales en las rutas del país. En otro párrafo, los prelados reclamaron políticas públicas a favor de los más pobres y excluidos, al estimar que "la amenaza de posible crecimiento de la pobreza, en los próximos meses, es el mayor desafío social que tenemos por delante y debe ser respondido por gestiones solidarias tanto del sector público como privado".
Según fuentes consultadas por DyN, la redacción del mensaje fue confiada al titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, y al vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe. Las expresiones del Episcopado merecieron una réplica del gobierno, que a través del ministro de Justicia, Aníbal Fernández, consideró que "no es alentador" que la Iglesia advierta que "la paz social está alterada".