El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, se puso a la cabeza de la lucha contra la violencia en el fútbol y ayer dijo enfático que irá "con los tapones de punta" contra los dirigentes que entreguen entradas a los barras.

Fernández ya tiene en sus manos el derecho de admisión en los 18 instituciones más importantes de Capital Federal y por eso propuso la instalación de molinetes verticales para evitar los ingresos de las barras en malón y también que los clubes garanticen que las entradas "no se vendan en el mismo club".

De poner en práctica esos dos elementos dijo que "sería mucho más simple" identificar al responsable de dar localidades a barras. "Vamos con los tapones de punta sobre los dirigentes que entregan entradas", enfatizó el funcionario, quien defendió su gestión en la materia en los últimos años al remarcar que en ese lapso se produjeron "sólo dos muertes", aunque no incluyó a Gonzalo Acro, Emmanuel Alvarez y Rodrigo Silvera al sostener que fueron "casos criminales".