El avance del dengue, tanto desde el punto de vista de su expansión como de la cantidad de personas presuntamente afectadas ha encendido la luz roja en las provincias del norte del país, mientras que desde la Nación por ahora se minimiza la cuestión.
En Chaco, donde las estimaciones extraoficiales ya hablan de 10.000 enfermos, se ha declarado el estado de emergencia. Es la provincia que presenta la situación más grave y sin embargo su subsecretario de Salud, Marcelo Slimel, dice en declaraciones a "La Nación" que "en estos momentos están notificados 988 casos en todo Chaco, de los cuales están confirmados 13 por laboratorio".
Las cifras son contradictorias con las nacionales y ello se repite en todas las provincias que hasta ahora reportaron que son, además del Chaco, Salta con 800 casos, Jujuy con 156, Catamarca con 300, La Rioja 1, Santiago del Estero 2, Capital 63 y provincia de Buenos Aires con 1, según los datos que aporta "La Nación".
La dificultad principal para determinar la magnitud real del avance de la enfermedad ocasionada por la picadura del mosquito Aedes aegypi (ver infografía) tiene que ver con una gran diferencia entre los casos informados a nivel provincial y lo notificado por Nación. Ello por la imposibilidad del Instituto Maiztegui, de Pergamino, de seguir aceptando muestras para diagnóstico por hallarse sobrepasado (Ver recuadro)
En el Chaco el problema ha alcanzado nivel de escándalo político, no solo por la cantidad de casos denunciada por la oposición (se habla de 10.000) sino por la reciente noticia de la distribución de insecticida vencido por parte de la gestión del gobernador Jorge Capitanich.
A su vez, la ministra de Salud chaqueña, Sandra Mendoza, esposa del gobernador, confirmó que son 784 los casos de dengue en la provincia, ante legisladores de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados local.
Vecinos y autoridades municipales de la localidad de Charata reclamaron una fumigación aérea en la zona, luego de que trascendiera que habían sido utilizados repelentes vencidos. Mendoza manifestó que el dengue en Chaco "no es una epidemia, sino que se trata de un brote".
Mientras tanto, en Catamarca el senador departamental de La Paz, Víctor Luna (UCR) contrajo dengue y si bien "evoluciona favorablemente" se encuentra en observación y medicado. En la capital provincial, en el marco de las acciones preventivas, se dispuso ayer "vaciar" y "clausurar" las fuentes de agua de todos los espacios públicos, hasta una nueva disposición.
La epidemia de dengue -o brote- ingresó al país desde Bolivia donde la enfermedad afectó a más de 51.000 personas y mató a 22. Médicos ecuatorianos llegaron a La Paz justamente para ayudar a frenar el avance. Según el ministro de Salud boliviano, Ramiro Tapia, la epidemia ya está en descenso. De mil casos sospechosos denunciados cada día se redujo a 400 a nivel nacional.
En Bolivia, la variante hemorrágica de la enfermedad -poco común en nuestro país- mató a 22 personas y se presentaron más de 127 casos probables.
El dengue clásico se manifiesta con dolores musculares y de cabeza, decaimiento e incluso vómitos. Si el mosquito vuelve a picar y la persona no recibe tratamiento médico oportuno degenera en el tipo hemorrágico y puede provocar la muerte. (Télam, DyN, AP, La Nación)