BUENOS AIRES (DyN) - Miles de militantes políticos y de organizaciones sociales participaron ayer del acto por el Día de la Memoria en el 33 aniversario del golpe de estado de 1976, en el que las entidades de derechos humanos reclamaron que "se aceleren los juicios contra los represores y genocidas" y exigieron "el compromiso de todos los poderes del Estado".
En una multitudinaria reunión realizada en Plaza de Mayo, pidieron además "cárcel común, perpetua y efectiva a los represores", así como "amnistía para los luchadores sociales" y "el no pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta".
En un documento leído por una decena de integrantes de Madres de Plaza de Mayo, afirmaron que "la lentitud de la justicia genera impunidad y la impunidad sólo crea más impunidad".
Desde un escenario montado cerca de la pirámide en el centro de la plaza, los dirigentes cuestionaron que después de cuatro años de haberse abolidos las leyes de punto final y obediencia debida "sólo hubo 44 condenas" entre los autores de "un plan sistemático de exterminio", "hay 526 genocidas que esperan ser juzgados, han muerto 192 y todavía existen 100 prófugos". Pidieron además que "los tres poderes del Estado se involucren en las condenas" y exigieron "la apertura de todos los archivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad para conocer toda la verdad" y "la restitución de la identidad de hijos de desaparecidos".
Las Madres recordaron a sus hijos y expresaron que "si ellos vivieran, el país sería otro, con más independencia, justicia social y soberanía". La marcha ingresó a la plaza encabezada por una bandera a la que le habían adherido las fotos de 3.000 desaparecidos, en representación de los 30.000, que fue portada por la dirigente de las Madres, Nora Cortiñas, junto a Adolfo Pérez Esquivel y otros militantes. Los asistentes no sólo ocupaban la Plaza de Mayo, sino la Avenida de Mayo hasta la 9 de Julio, e incluso varias cuadras más, llegando hasta la Plaza de los Dos Congresos. El primer grupo en arribar al paseo histórico fue un conjunto de danza afro de unas cien mujeres, que vestidas de blanco realizaron bailes y coreografías, acompañadas en el ritmo por el grupo La Chilinga, que reunió a un centenar de tambores.
Previo a la movilización a Plaza de Mayo los partidos de izquierda se reunieron en la plaza de los Dos Congresos, mientras los identificados como peronistas se reunieron en 9 de Julio y Avenida de Mayo, detrás de las organizaciones de derechos humanos, que encabezaron la marcha.
Con respecto a los actos en otros lugares del país, uno de los más importantes se realizó en Córdoba, donde La Perla, el máximo centro clandestino de detención que existió durante la dictadura militar en la provincia, fue abierto al público, habilitado como un Espacio para la Memoria.