NEUQUÉN (AN).- Tras participar sus hijos e hijastro en incidentes con vecinos y la policía, un hombre sufrió un paro cardiorrespiratorio y murió en el Hospital Horacio Heller. En varias ocasiones había recurrido a la comisaría a pedir ayuda debido a que su prole estaba dentro del ambiente de la delincuencia y la droga. Horas antes habían detenido a su hijastro y el hombre no puedo controlar a sus hijos que apedrearon un móvil policial.
El fallecido se apellidaba Garrido (38) y se lo conocían en el barrio San Lorenzo Sur no sólo por ser empleado municipal sino por ser un padre luchador y un vecino que bregaba por recuperar a los pibes que se encontraban inmersos en el mundo de las drogas y la delincuencia. Entre esos jóvenes estaban dos de sus cinco hijos adolescentes y el hijastro de 22 años.
Ayer, cerca de las 10, el comando radioeléctrico recibe el aviso de que un par de jóvenes, el hijastro y el menor de 16 años apodado Satanás, estaban amenazando al vecindario con un arma tipo nueve milímetros.
Al llegar el móvil de la comisaría 16ª a la calle Los Zorzales, ambos muchachos ingresan en el domicilio de Garrido. La policía se acerca a hablar con el hombre y mientras dialogaban, el hijastro huye por el fondo de la vivienda. Minutos después logra demorarlo una patrulla de dicha dependencia que lo traslada hasta la comisaría.
Cuando la policía se retira de la vivienda de Garrido, Satanás y sus hermanas comienzan a arrojar piedras al móvil mientras su padre trataba de sosegarlos sin éxito.
Por la reconstrucción que hace la policía, la amargura del hombre por la actitud de sus hijos habría derivado en un paro cardiorrespiratorio del cual no pudo ser estabilizado en el Hospital Heller donde llegó a bordo de una ambulancia.
Para despejar dudas respecto del deceso del hombre hoy en el Cuerpo Médico Forense practicará la autopsia correspondiente. Garrido presentaba un fuerte golpe en la cabeza, que se especula sería producto de la caída tras la descompensación.
En cuanto al joven de 22 años demorado se le instruyó una causa por daño y resistencia a la autoridad a cargo del Juzgado de Instrucción número 4. Después fue puesto en libertad supeditado a la causa.
La policía de la zona confió que Garrido había colaborado en varias ocasiones con ellos mediando en conflictos con los menores conflictivos del barrio San Lorenzo.