NEUQUÉN (AN).- A treinta años de aquel día en que Pappo lo bautizara Botafogo y con un centenar de éxitos encima, Miguel Vilanova abandona su viejo apodo para pasar a ser Don Vilanova e iniciar así una etapa nueva en su vida y en su carrera. Como corolario de ese cambio a los 50 años, Botafogo editó un disco despedida y salió de gira por el país.
El próximo sábado 18 de abril Don Vilanova presentará su placa "Adiós Botafogo, bienvenido Don Vilanova", en el Cine Teatro Español. Las entradas anticipadas se podrán adquirir a partir del próximo viernes en el local de Saturno Hogar.
"Poco a poco me desprendo de mis sombras, como la serpiente se desprende de su piel...", cuenta ex Botafogo en la apertura de su nuevo trabajo discográfico. Miguel mudó su piel y tal vez mucha de la carne y sangre puesta en sus tres décadas de carrera, para renacer como Don Vilanova, como solían llamar a su padre en su Bolívar natal. Y mudó también su piel para dar vida a una placa donde siguiendo fórmulas distintas, el blues se liga al desparpajo del rock crudo, las bases funk y los climas de reggae, más el swing tradicional del jazz se mimetizan con canciones versionadas, así una "Imagine" de John Lennon suena en castellano bajo una delicada y cuidada estética.
En medio de tantos cambios la banda que suele acompañar a Don Vilanova también cambió sus rostros. Luciano Scalera está al frente de la batería, Rafael Pravetoni en el bajo, Hernán Zamora a cargo de los teclados, Federico Pernigotti de la guitarra y Franco Capriatti de la armónica.
"Adiós Botafogo, bienvenido Don Vilanova" fue producido por dos grandes del rock argentino: Gustavo Rowek, baterista y fundador de V8 y Rata Blanca; y Sergio Berdichevsky, guitarrista de V8, Rata Blanca y Nativo. De este trabajo participaron además, Santiago Castellani en trombón, tubas, arreglos y dirección; James Suggs en trompeta; Cristian Teranen saxo tenor y tiene como bonus track un tema en el que se escucha a Pappo de fondo, en guitarra resofónica.
Miguel Botafogo inició su carrera desde adolescente y pisando fuerte. A los 17 años tocaba en Pappo´s Blues, el puntapié inicial que luego lo llevaría a ser miembro de Engranaje, Avalancha, Carolina y Studebaker. Años más tarde fue parte del proyecto de Rinaldo Rafanelli, Miguel Cantilo, Las Blancanblus, Los Guarros y Javier Calamaro. Con su blues and rock conquistó públicos muy difíciles como el de Estados Unidos y Japón.