Lunes 23 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 16 > Internacionales
Decisión oficial preocupa a los ejecutivos

WASHINGTON.- La decisión del Congreso estadounidense de gravar las primas por resultados de los ejecutivos de las empresas que recibieron fondos públicos sembró el estupor en el mundo de los negocios, que ven en esa determinación una grave amenaza a su futura competitividad.

El director general de Citigroup, Vikram Pandit, estimó que eso supondrá "un importante retroceso si perdemos a nuestros colaboradores de talento, porque el Congreso impone una tasa especial a los empleados de los servicios financieros".

Citigroup, uno de los principales beneficiarios de los fondos públicos, anunció que estaba discutiendo con otras instituciones y altos funcionarios en Washington con la esperanza de que el Congreso diera un paso atrás.

La Cámara de Representantes aprobó el jueves un proyecto de ley tendiente a gravar con una tasa de 90% las primas percibidas por los asalariados cuya remuneración supere los 250.000 dólares anuales, en las empresas que hayan recibido más de 5.000 millones de dólares de ayuda pública.

El texto, si es definitivamente aprobado, se aplicará al Citigroup y a otros cinco bancos, así como a la aseguradora AIG, a las entidades de financiamiento hipotecario Fannie Mae y Freddie Mac, al fabricante de automóviles General Motors y a su antigua filial de crédito automotriz GMAC.

Fue aprobado de urgencia tras la revelación de que ejecutivos de AIG habían recibido primas por un monto total de 165 millones de dólares para estimularlos a permanecer en la empresa, que se benefició de una ayuda de más de 170.000 millones de dólares. (DPA)

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