Lunes 23 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 22 > Sociedad
"A la delincuencia no se la corre con papeles"

NEUQUÉN (AN).- "A la delincuencia no se la corre con papeles. Hoy tenemos los escombros del Código Penal, lo destruyeron por demandas que ya se han olvidado".

Las afirmación es pertenecen a Raúl Zaffaroni, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Estuvo en Neuquén y disertó en la apertura del seminario sobre Derecho Tributario Sustantivo, Procedimental y Tributario, organizado por el Centro Federal de Estudios de Derecho Público,

En diálogo con "Río Negro", Zaffaroni explicó que el foco de su exposición fue "las consecuencias que se están sufriendo en este momento a partir de la construcción de un estado penal que salió de Estados Unidos y que se ha universalizado".

Señaló que "no tenemos Código Penal, creo que se lo ha destruido. Un código es una especie de edificio, requiere cierta coherencia".

"Hay distintas técnicas de codificación -continuó-. Uno a lo largo de la historia puede ver edificios neoclásicos, o fascistas. Nosotros teníamos un edificio bastante bien hecho: el código Moreno, conservador pero sobrio, diría que funcional, y ahora lo que tenemos son los escombros, lo han ido demoliendo".

Según Zaffaroni, debido a esos cambios "hoy no se sabe cuál es el máximo de la pena privativa de la libertad temporal. Le pueden decir 50 años, 37 años y medio, 25 años, 30 años, y cualquiera de esas opiniones tendría un fundamento legal".

Al hablar sobre las causas, remarcó que "si confundimos demandas sociales con medios de comunicación estamos confundiendo todo. Sale el escándalo de hoy porque pasó tal cosa, sale el escándalo de mañana, y los legisladores, que están presos de los medios, tienen que dar una respuesta. Entonces no se les ocurre mejor respuesta que mandar un telegrama a través de una reforma penal".

Afirmó Zaffaroni que "un código es un instrumento para hacer sentencias, no va a proveer más seguridad en la calle, porque a los delincuentes no se los corre con papelitos. En lugar de ser un instrumento para hacer sentencias, se convierte en un montón de telegramas viejos sobre hechos que ya se han olvidado".

En ese sentido dijo que "el efecto Blumberg fue explosivo, deshizo el Código y hoy se olvidó, hoy Blumberg camina y no lo sigue nadie. Mañana esta ola de ahora va a pasar, pero lo que va quedando es el desastre legal".

Consultado sobre su posible renuncia a la Corte indicó que "creo que republicanamente, uno tiene que quedarse unos años y después irse. Los mandatos perpetuos, está bien que la Constitución lo establece, no me convencen. Si tuviera que hacer una reforma constitucional diría que el tribunal tiene que tener un mandato largo, como los europeos, que exceda bastante el mandato de los políticos, de 10 ó 12 años y punto. La vitalicidad es una característica monárquica, no republicana".

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