Domingo 22 de Marzo de 2009 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
De la escuela al piquete: "Sin acuerdo no
Testimonios de maestros de toda la provincia en el corte de la Ruta 22. "A nadie le gusta estar acá", dicen en Chichinales, donde protestan. No se consideran piqueteros sino "docentes en plena lucha".

Cerca de las 7:30 el sol ya empezaba otra vez a quemarles aún más la piel a los casi 700 docentes rionegrinos que acampan a la vera de la Ruta 22 protagonizando el primer piquete que la Unter realiza en sus 35 años de acción gremial en la provincia.

A esa hora, ayer, como un enjambre en plena labor, cada uno de los delegados de todas las seccionales de Río Negro iba tomando posición en su respectivo lugar en la protesta. Las gomas encendidas ya largaban suficiente humo como para alertar que "por ahí no se pasa", que la ruta está cortada. El tamborileo incesante intentaba templar el espíritu de los allí concentrados.

-¿De docentes a piqueteros? -preguntamos a muchos de ellos.

Todos, pero todos, afirmaron coincidentemente: "Somos docentes, no somos piqueteros".

"Temprano para estas preguntas", rieron primero. Pero luego, con la cadencia pedagógica que los caracteriza, Ana Stürtz, de Sierra Grande; Beatriz Cetera, de Huergo, y Daniel Aciar de Sierra Colorada dijeron: "El piquetero es una persona que está desocupada; en general se tapa la cara, confronta con un palo en la mano y está dispuesto a cualquier cosa". Por el contrario, "nosotros damos la cara, no confrontamos con la gente, no respondemos a las agresiones y queremos construir y negociar en paz".

-¿Cómo es que se llega a este punto de la protesta gremial docente? -preguntamos.

Silvana Vila, de Conesa, responde: "Hemos probado de todo ante este gobierno provincial autista que tenemos: caminatas, cortes de puente, carpas delante de la Casa de Gobierno en Viedma, marchas en las plazas de nuestros pueblos y ciudades, paros... y nada. Todo ello para encontrar siempre lo mismo: un gobierno que no está -que no aparece, que no reacciona, que no tiene respuestas-. Esto no empezó recién ahora; empezó en agosto del año pasado. Mirá si no hubo tiempo de concertar y negociar algo. Por eso estamos acá".

"Hay mucho enojo, bronca e impotencia, producto de tantos años de deslegitimación y degradación del trabajo por parte de un patrón que parece que sólo sabe maltratar, descalificar e ignorar", apuntó Horacio Marcel en otra parte del piquete. El viedmense aclara, por las dudas: "Entiéndase el enojo y la bronca como una postura ideológica, como algo que se fue construyendo. No es una reacción hormonal ni humoral. Es algo profundo y político".

-En este tirar la cuerda para ver hasta dónde se llega, ¿el gobierno apuesta al desgaste de ustedes, tanto del paro por tiempo indeterminado como de este piquete?

-Vamos por parte -respondieron los consultados.

Por un lado, "a nadie le gusta estar acá: estamos todos acá porque no nos queda otra. Porque el gobierno nos llevó a esto", dijeron Carlos, de Cervantes; Ariel Enríquez, de Cipolletti y Fabricio Puzio, de Roca, juntos en un costado de la valla que supieron trenzar con maderas y alambre para que nadie pase por la ruta.

Por otro, "es cierto que el gobierno apuesta al desgaste. Pero esta especulación no resuelve nada a nadie. Y nosotros, hartos de cobrar el básico más bajo de la Argentina, queremos y exigimos que el gobierno aparezca. Esto no es un tira y afloje para nosotros, los docentes", agregaron. "Queremos que gobiernen alguna vez. Que terminen con esto que hacen como que están, que hacen como que les preocupa e interesa la cosa pública, que hacen como que administran...". Esto no se aguanta más, lamentan todo. Pero admiten que "todos los cambios y evoluciones que hubo en Educación, en Río Negro, fueron por la acción sindical, no gubernamental. Los proyectos de integración en escuelas especiales, la transformación de nivel medio y el perfeccionamiento son algunos de los ejemplos", enfatiza Vila.

Fabricio, fatigado -cuyos ojos claros resaltan aún más en su rostro curtido por el sol- llega a las lágrimas cuando dice: "De acá no nos volvemos a nuestras casas sin nada. Eso no va a ocurrir".

"La bajada y el atropello de cinco camiones que dijeron no tener frenos, manejados por punteros políticos de Roca y Valle Medio, la amenaza con revólver desde un Volkswagen Bora azul o la provocación del BORA no nos amedrenta", advierten unas docentes del Alto Valle, que hablan en grupo con este diario. "Todavía estamos firmes. Y cada agresión que recibimos pareciera que nos energizara aún más. No queremos martirizarnos o dar lástima: nada más lejos que esas intenciones", acotaron.

Silvana Vila recuerda que en estos 27 días fueron aprendiendo de a poco cómo se utiliza esta metodología de lucha que no estaba en la mira de nadie. "Primero pusimos unos fardos. Pasó alguien los pateó. Después pusimos una heladera vieja: vino un camionero, la levantó y la tiró a la orilla de la ruta. Entonces fue que empezamos a tramar esta barrera de maderas, gomas y alambre".

"Creo que esta malla es la que nos identifica hoy: codo a codo unos con otros, consustanciados, cuidándonos", subraya Ana Stürtz, quien resalta el apoyo que han recibido de otros sindicatos y empresas -como aquellas que le trajeron chorizos o manzanas frescas, recién sacadas del frigorífico-. "No estamos solos".

-¿Hasta cuándo se quedarán acá?

-Hasta que obtengamos una respuesta digna de ser considerada. De lo contrario, seguiremos todo el tiempo que sea necesario.

Así lo dijeron uno, otro, otro, otro y otro docente que tironeados por un "mamá/papá te extrañamos" que escuchan en sus celulares todas las noches desde sus casas lejanas; enfrentados con los padres que no saben qué hacer con sus hijos sin escuela o camioneros que quieren pasar con la fruta cargada saben "que estamos repasando la lección de nuestras vidas: la dignidad no se pierde ni se negocia nunca".

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