NEUQUÉN (AN).- Un hombre que fue hallado por un policía tirado en piso y con una profunda herida en el pecho murió ayer en el hospital Castro Rendón a pesar del esfuerzo de los profesionales que lo atendieron.
Según la información a la que accedió este diario alrededor de las 7 un policía que pasaba por la calle Casimiro Gómez a la altura de la denominada Cuenca XVI encontró a un hombre herido. Tenía una aparente herida de bala en el pecho de la cual había emanado abundante cantidad de sangre.
El uniformado -que iba a cumplir adicionales- se comunicó con el Comando Radioeléctrico y logró que en pocos minutos una ambulancia lo llevara hasta el hospital Horacio Heller y de allí al Castro Rendón, en el centro de esta ciudad, donde falleció.
La información fue difundida a través del parte diario de prensa de la Policía de Neuquén.
Fuentes del ministerio de Gobierno comentaron que el hombre fue identificado como Mauricio Cabrera, de 32 años, y que falleció como consecuencia de una puñalada en el pecho y otra en el cuello.
La muerte se produjo un par de horas después de haber sido encontrado Cabrera en el piso y agonizante.
Fuentes policiales comentaron que el hombre vivía en el barrio Cuenca XV donde ayer se realizaron distintos procedimientos para determinar dónde había estado Cabrera en horas de la noche. Hubo contacto con familiares y amigos de esta persona pero -al cierre de esta edición- no había pistas sobre quién o quiénes pudieron haberlo herido de muerte.
El caso está siendo investigado por personal de la comisaría 18 y también tomó intervención la fiscal de Graves Atentados contra las Personas Sandra González Taboada.
"El Policía que lo encontró iba a trabajar, a cumplir tareas como adicionales, fue algo fortuito. Hay algunas pistas que se están investigando pero no tenemos nada que nos guíe hacia los autores", comentó ayer una alta fuente policial.