NEUQUÉN (AN).- El elemento sorpresa fue fundamental para capturar a uno de los tres hombres que participaron en el asalto a un supermercado céntrico en el que un repositor fue encerrado en un horno de panadería el jueves pasado. La policía allanó la casa de un ex empleado de la firma a primera hora de la mañana y lo detuvo junto a otros dos hombres, quienes serían sometidos a una ronda de reconocimiento.

Según confirmó oficialmente la policía, la participación del dueño de casa en el hecho fue confirmada a partir de uno de los métodos más tradicionales: las huellas digitales, que coinciden con las levantadas el jueves en el supermercado Topsy, donde tres sujetos, tras alzarse con el cambio cercano a 3.000 pesos, encerraron a un repositor en el horno de la panadería que, a pesar de estar apagado desde las 21 del día anterior, mantenía la temperatura en 50 grados. El repositor, que había sido golpeado salvajemente, salvó su vida gracias al segundo encargado, que lo auxilió a las 6:30, tres horas y media después de que los delincuentes lo encerraran. El allanamiento se realizó ayer a las 7:50, cuando la policía ingresó a un domicilio ubicado en la manzana 9 del barrio Ruca Che, entre calles Moritán y Castelli. Inicialmente, se buscaba a un ex empleado del supermercado, a quien habían llegado a partir de una investigación sobre los registros de la empresa. Así dieron con el joven de 21 años, que según trascendió sería de apellido Contreras y que había sido despedido a fines de febrero.

La detención fue sin resistencia, según confirmó el comisario inspector Nicolás Nievas, responsable del operativo y del departamento de Delitos de la policía provincial, porque el ex empleado fue tomado por sorpresa mientras dormía. Según informó, en el lugar se secuestró un revolver calibre 22 largo que estaba cargado y proyectiles de diferentes calibres. También se incautaron 610 pesos en billetes de bajo valor que, se presume, son parte del botín del robo.

Otros dos hombres, de 23 y 19 años, que serían un hermano y un vecino del dueño de casa, fueron demorados pero, en este caso, para ponerlos a disposición de la juzgado que lleva la causa y, eventualmente, someterlos a una rueda de reconocimiento para verificar su vínculo el robo. La participación de Contreras fue confirmada por la policía a partir de la comparación de sus huellas dactilares con los rastros levantados en el hipermercado. Nievas explicó que el ex empleado tuvo que haber estado en las últimas 72 horas en el lugar del delito, ya que ese es el plazo en el que un rastro de este tipo se mantiene legible.