La falta de actividad de los empleados municipales genera múltiples inconvenientes en las calles de la localidad neuquina. La no prestación de los servicios esenciales hace que en la ciudad tenga los canastos de basura repleto y que los calles de tierra sean un verdadero polvaderal.

Los manifestantes ratificaron hoy que seguirán con la medida de fuerza hasta lograr el aumento salarial de 600 pesos. Mientras tanto, el intendente Carlos Lator anunció que tiene previsto solicitar una reunión de intendentes con el gobierno provincial para destrabar el conflicto.   

Además, desde el gobierno municipal reconocieron que los sueldos de la localidad son los más bajos de la provincia y señalan que el reclamo es justo. Mañana se cumple el quinto día de paro, que tiene un alto acatamiento por parte de los empleados municipales.

Con la medida de fuerza la actividad en el corralón está totalmente paralizada porque no se hace el riego de las calle y tampoco la recolección de residuos domiciliarios.