SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los directivos del Hospital se reunieron ayer con el intendente Marcelo Cascón, el Concejo Deliberante en pleno y legisladores de Sur para pedir el auxilio de la comunidad frente a la crisis y anticiparon que la restricción presupuestaria dispuesta por el gobierno "va a traer suspensión de actividades".
El director del nosocomio, Felipe De Rosas -que anticipó la renuncia al cargo junto al resto de la conducción- explicó que si no existe una recomposición presupuestaria el recorte de servicios va a recaer sobre "la demanda silenciosa", entre las que enumeró la asistencia a la embarazada, la prevención en los barrios o el tratamiento a epilépticos o enfermos mentales que no importa riesgo de vida inmediato pero puede provocar un deterioro de la sanidad pública mucho mayor en el mediano y largo plazo.
La jefa del servicio de Atención Médica, María Marta Puga planteó que "si hay una crisis y hay que restringir, también podemos esperar que el ministerio (de Salud) decida qué (servicio) hay que suspender y establezca la prioridad de atención". El planteo fue recogido por la legisladora Irma Haneck que anticipó la decisión política de Sur de reclamar al ministerio que "nos digan cuál va a ser el techo de la atención y dónde se va a recortar", iniciativa acompañada por la mayoría de los ediles y el intendente.
Cascón informó que en conversaciones mantenidas esta semana con la ministra Cristina Uría, no hay perspectivas de ampliar el presupuesto para el "Ramón Carrillo" en el corto plazo ni previsiones alternativas para paliar la deuda y garantizar su normal funcionamiento.
En 2008 el hospital presentó un cálculo de gastos mensuales de $670.000 pero solo recibió una asignación de $480.000, diferencia que acumuló una deuda de $1.900.000 a lo largo del año. Para el 2009 la conducción médica estimó el presupuesto mensual en $1.270.000 y en los primeros días de marzo recibió la confirmación de que no habrá actualización de las partidas mensuales durante el primer cuatrimestre, lo que los obliga a trabajar con un tercio de lo estimado.