La UE y Estados Unidos aterrizan de su luna de miel. El cortejo ha durado lo que la crisis ha tardado en reunirlos cara a cara. A poco más de una semana para la gran cita del G20 en Londres, los líderes europeos no han disimulado su oposición al plan de Obama de abordar la crisis mediante planes de estímulo fiscal y han abierto un interrogante: ¿Cuál de los dos impondrá su liderazgo en la capital británica?
Los líderes de la Unión Europea prometieron duplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional a 500.000 millones de dólares para evitar futuras crisis, y dijeron que aportarán un tercio del aumento. El presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso dijo que "Europa ha encarado el desafío´´, dijo Barroso.
Los líderes de la UE dijeron que el bloque aportará entre 75.000 millones y 100.000 millones de euros en créditos adicionales al FMI.
Pero los funcionarios de la UE se negaron a incrementar sus planes de estímulo económico en el encuentro del G20, e insistieron que primero hay que reforzar los mecanismos regulatorios y dotar de más dinero al FMI.
Tras dos días reunidos en Bruselas para diseñar la receta contra la crisis que la UE llevará al G20, los líderes europeos han optado por declarar la guerra a los paraísos fiscales, a los hedge funds, a las agencias de calificación crediticia (rating) y a todos los actores e instrumentos que puedan representar un riesgo sistémico para el sistema financiero.
Para ellos, que alegan sufrir los achaques de una crisis originada en Estados Unidos y causada por la falta de control en el sistema financiero, esa es la única manera de luchar contra una recesión global sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Al otro lado del Atlántico, el recién llegado a la Casa Blanca, Barack Obama, se empeña en seguir endulzando los paladares de los norteamericanos con medidas exprés que, a ojos de la UE, poco tienen que ver con resolver el problema de raíz. No vale la pena seguir intentándolo: Obama no convencerá a los siete países de la UE que acudirán a Londres de que la crisis se combate con gasto público. "Los gobiernos europeos ya han hecho bastante", afirmó la canciller alemana Angela Merkel. Europa "ya ha cumplido" con el compromiso de hacer esfuerzos fiscales para relanzar la economía y ahora hay que "ceñirse a ejecutar esos planes", dijo el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El idilio transatlántico entre la UE y Estados Unidos se ha resentido en cuanto han tenido que sentarse a hablar de lo que de verdad preocupa a sus ciudadanos: el desempleo, el acceso a los créditos y la confianza en la economía. La UE no ve más solución que abrir los acuerdos de Breton Woods de 1944 y dar al sistema financiero la mano de pintura que necesita. Empezando por el FMI, al que quiere dar un mayor papel como supervisor, y acabando por los paraísos fiscales. Y todo ello pasando por la regulación de las agencias de calificación y activos de inversión.