BUENOS AIRES (Télam).- Un farmacéutico fue asesinado de un balazo en el abdomen cuando se resistió al robo de su vehículo en el garaje de su casa de la localidad bonaerense de Bernal, partido de Quilmes, informaron fuentes policiales.

El hecho se produjo cerca de las 21.30 de antenoche dentro del garaje de una casa ubicada en Boedo 219, justo en la misma manzana en la que vive el ministro de Economía de la Nación, Carlos Fernández.

Según las fuentes, todo comenzó cuando Eduardo Manuel Fontiere (63) arribaba a su casa tras cerrar la Farmacia "Pérez" de su propiedad, ubicada en Andrés Baranda y Carlos Pellegrini, en el centro de Quilmes, e ingresaba su auto Peugeot 307 en el garaje.

"Llegó a entrar el auto en el garaje, a bajar del vehículo y, cuando se acercaba a cerrar el portón, fue sorprendido por un asaltante armado", dijo un jefe policial que participa de la pesquisa.

En ese momento, el delincuente amenazó con una pistola al farmacéutico, aparentemente con intenciones de robarle el auto. Pero Fontiere, quien practicaba tiro desde hacía varios años en el Tiro Federal y era un aficionado a las armas, buscó su pistola Colt calibre 45 y la extrajo para defenderse del ataque. "No sabemos si la llevaba dentro del auto y vio algo sospechoso, o si la tenía en la cintura por seguridad. Pero al ver al delincuente, la extrajo y apuntó contra su agresor", contó el investigador.

Según las fuentes policiales, el delincuente disparó cuatro balazos, uno de los cuales impactó en el abdomen de Fontiere, quien alcanzó a efectuar dos disparos.

"En el lugar hallamos dos vainas servidas de la Colt y otras cuatro vainas de una pistola calibre nueve milímetros que fue la utilizada por el asaltante", dijo un jefe policial que participa en la pesquisa.

Fontiere, quien estaba separado, vivía solo y era padre de una joven de 24 años que vive en La Plata y de otro hijo que reside en Inglaterra, quedó tirado en el piso y fue auxiliado por vecinos que escucharon los disparos y salieron a ver qué había ocurrido.

Un joven de nombre Martín, que vive en la casa lindera a la de Fontiere, contó que cuando escuchó los tiros salió a la calle y vio escapar a toda velocidad una camioneta, aunque la policía no pudo determinar si el delincuente actuó solo y contó con la colaboración de algún cómplice que lo aguardaba en un vehículo en las cercanías.