PARÍS.- Al menos 1,2 millones de franceses se manifestaron ayer en todo el país contra la estrategia del presidente Nicolas Sarkozy ante la crisis económica, en la segunda huelga general en lo que va de año, aunque el primer ministro François Fillon excluyó un nuevo plan de ayuda.
Entre 1,2 millones de personas, según la policía, y 3 millones según el principal sindicato, la CGT, salieron a las calles en toda Francia, en una jornada de protestas convocadas por los sindicatos y partidos de izquierda.
Las protestas de ayer ilustran la creciente cólera de los franceses, que ven cómo el país avanza hacia la recesión. El gobierno prevé una contracción del 1,5% del PIB para 2009 y otros 300.000 desempleados, que se sumarían a los más de dos millones actuales (superior al 7% de la población activa).
Casi el 80% de los franceses estiman que la huelga está justificada, según una encuesta publicada esta semana.
Los sindicatos exigen al presidente Sarkozy que abandone sus planes de suprimir empleos en el sector público, que suba los impuestos a quienes tienen mayores ingresos y que aumente el salario mínimo.
Anoche en la cadena TF1, el primer ministro François Fillon descartó "un nuevo plan de reactivación de la economía", aunque reconoció que los franceses habían expresado "una inquietud muy legítima". Se trata de las mayores manifestaciones desde la llegada de Sarkozy a la presidencia en mayo de 2007.
La movilización de este jueves supera la de la anterior huelga general, el 29 de enero, cuando entre un millón de personas (según la policía) y 2,5 millones (sindicatos) se manifestaron.
Tras la huelga general del 29 de enero, Sarkozy anunció en febrero un paquete de 2.600 millones de euros en favor de las personas de menores ingresos, una medida que los sindicatos consideran insuficiente.
El gobierno "tendrá que aceptar volver a discutir con los sindicatos" sobre el empleo, el poder adquisitivo y las políticas públicas, afirmó el líder de la CGT, Bernard Thibault.
"Es hora de tomar medidas concretas", consideró por su lado la jefa de filas de los socialistas, Martine Aubry.
La mayor manifestación tuvo lugar en París, donde entre 85.000 y 350.000 personas, según las fuentes, participaron en la marcha junto a los líderes sindicales entre la plaza de la República y la Bastilla. En una de las pancartas se podía leer "La crisis no es culpa de los trabajadores".
La movilización también fue importante en otras ciudades. Los manifestantes eran al menos de 25.000 a 30.000 en Lyon, entre 10.000 y 25.000 en Niza, entre 34.000 y 60.000 en Grenoble, y de 30.000 a 320.000 en Marsella.
El paro provocó la anulación de uno de cada tres vuelos de partida del segundo aeropuerto de París, Orly, mientras que en el principal, Charles de Gaulle, el 90% de las salidas estaban aseguradas. Al final de la manifestación en París se produjeron varios incidentes. Unas 300 personas fueron detenidas, de las cuales 49 serán presentadas a la justicia, indicó la prefectura. Nueve policías resultaron heridos por proyectiles. (AFP)