ROCA (AR).- De los testimonios escuchados en la sala de la Cámara Segunda del Crimen durante las últimas semanas en las que se desarrolló el juicio por abuso sexual de menores, el de ayer fue uno de los más estremecedores.
Una joven de 21 años relató frente al tribunal su tortuosa niñez y contó que habría comenzado a prostituirse a los 12 años y de la mano de Alberto Fasanella, uno de los imputados en la causa. También habría descripto la casa de Fernando Andrés Reguera aunque no había logrado identificarlo en rueda de reconocimiento.
En casi una hora de relato, la víctima repasó una y otra vez las visitas que habría realizado a la casa que Fasanella ocupaba en calle Neuquén al 600. A cambio de sexo y de realizar tareas de limpieza, la chiquita recibía un plato de comida con lo cual lograba subsistir.
Así estuvo varios meses pero luego quedó embarazada y abandonó sus visitas a la casa del imputado. Después de dos años regresó a la vivienda con sus pequeñas hijas, donde habría consumido marihuana y cocaína y se habría prostituido con otros sujetos.
La víctima expresó que estando en ese lugar le sacaron fotografías y que en una oportunidad apareció un hombre que tenía unas cámaras fotográficas y le pidieron que se pusiera una remera y un pantalón corto. La subieron a un vehículo y la llevaron sentada atrás y con la cabeza cubierta con una toalla.
Cuando logró abrir los ojos, estaba en el garage de una casa que -según la descripción y las fuentes consultadas por este diario- podría ser la de Reguera. Sin embargo la víctima nunca pudo identificarlo.
La joven madre solicitó al tribunal declarar pero sin la presencia de los imputados ya que tiene temor por las amenazas que habría sufrido en los últimos meses.
Ayer también se escuchó el testimonio del padre de la joven y de una menor que la semana pasada había descripto sus visitas a la casa que era propiedad de "Nandy" Reguera.