YAOUNDÉ.- El papa Benedicto XVI destacó ayer el compromiso social de su Iglesia en la lucha contra enfermedades como el sida, la malaria o la tuberculosis, al visitar un centro de jóvenes discapacitados y traumatizados en la capital camerunesa de Yaoundé en el marco de su gira africana.
De esta forma, el Pontífice no se retracta de sus controvertidas declaraciones en las que cuestionó la utilidad del preservativo para prevener el sida.
En su visita al centro Paul Emile Léger intentó dar consuelo a los enfermos de cuerpo y alma, y sobre todo a las víctimas del sida, la malaria y la tuberculosis en África, así como a todos "cuyas carnes muestran las heridas y violencia de la guerra".
Poco antes, el Pontífice había advertido a los africanos de los peligros de una "tiranía del materialismo" y de los ídolos y "paraísos artificiales" del tiempo presente, añadiendo que África puede convertirse en el "continente de la esperanza" para la fe católica.
En la homilía que pronunció durante una misa al aire libre en el palacio de deportes de Yaoundé, la capital de Camerún, que supuso el punto culminante de su visita de tres días al país, el Papa llamó a los católicos en el continente negro a que "cuiden a su alma" y a que no se dejen atrapar por "ilusiones egoístas e ideales falsos".
Con la confianza en Dios, África puede convertirse en "el continente de la esperanza", dijo el jefe de la Iglesia Católica ante unos 60.000 fieles, que colmaron las gradas del estadio.
Su mensaje se dirige a los "niños que ya no tienen padre o que viven en solitario en la miseria de las calles o los que fueron separados violentamente de sus padres, sufrieron abusos o fueron reclutados por tropas paramilitares".
Todos, dijo, deben confiar en Dios.