"Lamento de todo corazón lo que hice a mi familia", fueron hoy las últimas palabras de Josef Fritzl, acusado de violación, incesto y homicidio, antes de que el jurado de la localidad austríaca de St. Pölten se retirara a deliberar.
"Por desgracia, ya no puedo hacer nada. Sólo me queda procurar, si puedo, limitar el daño", dijo Fritzl en la cuarta sesión del juicio. Anteriormente, la fiscal Christiane Burkheiser acusó en su alegato final al hombre conocido como "el monstruo de Amstetten" de homicidio por omisión de ayuda por dejar morir a su hijo-nieto Michael en el sótano donde lo tenía encerrado.
Fritzl engendró a Michael y a otros seis hijos-nietos con su hija Elisabeth, a quien violó repetidas veces y mantuvo cautiva en el sótano de su casa durante 24 años.
El abogado de Fritzl, Rudolf Mayer, rechazó la acusación de homicidio y pidió comprensión para Fritzl, pues "de todos modos será sentenciado a 20 años de cárcel".
DPA