Las imágenes de las cámaras de seguridad de los trenes de Barcelona dieron la vuelta al mundo. En ellas se veía a un joven español golpear y patear a una adolescente ecuatoriana.
El ataque racista no sólo conmocionó a España, sino a toda América Latina, desde donde emigran miles de personas hacia la Unión Europea.
Ocurrió el 7 de octubre de 2007 y ayer, casi un año y medio después, la Justicia española condenó al agresor a ocho meses de cárcel y a pagar 360 euros de multa y otros 6.000 en concepto de indemnización.
Ese día, Sergi Xavier Martín, de 21 años, le gritó "zorra", "inmigrante de mierda" a la joven de 15 años, en una clara manifestación de racismo y xenofobia.
Sin dejar de hablar por su celular, el joven le pellizcó un pecho, le dio una patada en la cara y un puñetazo en la boca.
La Justicia española lo encontró culpable del "delito contra la integridad moral", "maltrato" y determinó que Martín no podrá acercarse a la chica a menos de un kilómetro durante tres años.
Sin embargo, quedó absuelto del delito de lesiones del que le acusaba la Fiscalía, que pedía un total de tres años de prisión.
La sentencia subraya la "gran agresividad" con la que actuó el acusado y calificó de grave el episodio de "violencia gratuita" que la menor sufrió tanto por ser mujer como por ser inmigrante.
Sin embargo, la jueza que dictó la sentencia tuvo en cuenta que el joven acusado -con antecedentes por robo con violencia y por conducir ebrio- manifestó su arrepentimiento durante el juicio.
Antes de abandonar el vagón, el agresor advirtió la presencia de otro pasajero -un argentino- y les dijo a ambos que "todos los inmigrantes deberían estar muertos". Tras bajarse del tren, el agresor continuó insultando a la menor desde el andén.
