MAQUINCHAO (AJ).- Maquinchao cumple hoy 104 años de vida. Y afronta este nuevo aniversario en una situación que no es la ideal y que, seguramente, se agravará en el futuro. Ésta obliga a sus habitantes a aunar esfuerzos para afrontar un año difícil.
El pueblo, cuya economía está sostenida por ganadería ovina, no pasa por su mejor momento a la vez que tampoco está ajeno a la crisis que afecta al país. Por eso, desde distintos sectores se busca soluciones para afrontar un futuro con perspectivas poco favorables. La situación del campo repercute fuerte en el comercio, en las instituciones y muchas familias que viven de la actividad. Eso hace que el municipio se convierta en la principal fuente de demandas.
El intendente Marcos Pérez avizora un año muy duro al que los vecinos y el municipio tendrán que estar preparados para afrontar. Admite que si bien la crisis del campo aún no tiene el impacto de los años 90, muchos ganaderos están volviendo a abandonar sus campos y llegan al pueblo en busca de mejores condiciones de vida.
"Los pequeños ganaderos que ya no tienen animales se están viniendo para el pueblo. Estamos viviendo el comienzo de una crisis que se va ir agudizando con el paso del tiempo y la vamos a tener que pelear todos juntos. Esperemos no tener un invierno muy crudo. Vamos a tener que trabajar junto al gobierno provincial y Nacional para tratar de asegurarle a la gente, aunque sea, lo indispensable. Hasta ahora hemos tenido una gran ayuda de ambas partes y no tengo dudas de que va a seguir siendo así", sostiene.
El jefe comunal admite que, a diferencia de otros años donde los más humildes recibían bolsas de alimentos desde el Estado, la entrega de tickets de los distintos programas como el Comer en Familia, Pequeños Ganaderos o El Hambre Más Urgente, ha permitido que ese dinero se invierta en la localidad. A ello se han sumado numerosas jubilaciones anticipadas y pensiones otorgadas durante el último año desde el Estado Nacional, lo que genera un flujo importante en la economía.
Actualmente el municipio es la principal fuente generadora de trabajo sustentado a través de la obra pública. Es el que sostiene a albañiles, electricistas o gasistas durante esta época en la que todavía el buen tiempo permite construir.
Pero es sabido que en uno o dos meses la crudeza el clima paraliza todo. Por eso desde el municipio se proyecta la implementación de un sistema de becas para permitir que muchas familias de bajos recursos puedan afrontar el invierno y luego realicen una contraprestación con trabajo al gobierno local.
