SANKT POLTEN, Austria (AFP).- El austríaco Josef Fritzl, acusado del secuestro y la violación de su hija Elisabeth durante 24 años y de la muerte de uno de los hijos del incesto, se declaró ayer culpable de todos los cargos, en un sorprendente cambio de estrategia en su juicio.
"Me declaro culpable por los crímenes de los que he sido acusado", afirmó Fritzl, de 73 años, al iniciarse la tercera sesión en el Tribunal de Sankt Polten, 60 kilómetros al oeste de Viena.
Fritzl había admitido el lunes, al abrirse el juicio, los cargos de incesto, violación y secuestro, pero había rechazado los de esclavitud y asesinato. Este último puede conllevar la pena de cadena perpetua mientras que todos los demás no pueden ser castigados con más de 20 de cárcel, dado que la ley austríaca no contempla la acumulación de penas.
Interrogado por la presidenta del tribunal sobre la razón por la que modificó su postura, respondió que lo había inducido a ello "el testimonio en video" de su hija, y agregó: "Lo lamento".
Fritzl, que engendró siete niños con Elisabeth durante casi un cuarto de siglo de abusos sexuales, había negado hasta ahora la responsabilidad por la muerte de uno de los recién nacidos en 1996 en el sótano de su casa donde la mantenía encerrada. Incluso su abogado, Rudolf Mayer, se declaró "sorprendido" por este cambio.
El Tribunal había visto a puerta cerrada las 11 horas del testimonio grabado de su hija Elisabeth, de 42 años, que cuenta su "martirio inimaginable" en el sótano-calabozo de 40 metros cuadrados, sin ventanas ni ventilación, donde dio a luz sola a siete hijos, uno de ellos muerto en 1996.
"No sé por qué no intervine. Confiaba en que el niño saldría de ella", dijo ayer Fritzl. "Reconozco que soy culpable, tendría que haberme dado cuenta de que el bebé estaba muy mal", añadió.
Por esta muerte Fritzl puede ser condenado a cadena perpetua a no ser que pase el resto de su vida en un centro psiquiátrico, como recomendó ayer la experta en psiquiatría Adelheid Kastner y como pide la fiscalía. En caso de una condena de internamiento psiquiátrico, Fritzl se someterá a ella antes de purgar una eventual pena de prisión, aclaró el portavoz del Tribunal, Franz Cutka.
En la corte, la psiquiatra estimó que el acusado puede reincidir. "Persiste el peligro de que cometa de nuevo actos graves si no recibe tratamiento", afirmó.
Sobre por qué eligió a Elisabeth como víctima de entre sus siete hijos legítimos, Fritzl le explicó: "Era testaruda como yo, era tan fuerte como yo, y cuanto más fuerte es el adversario más grande es la victoria".
Adelheid Kastner, que declaró al acusado responsable de sus actos, concluyó que sufría de graves trastornos de la personalidad. Según ella, le confesó "haber nacido para violar".
La fiscal Christiane Burkheiser había pedido en el acta de acusación presentada el lunes que Fritzl fuese internado por tiempo indeterminado en un centro especializado. El diario austríaco Kurier afirmó ayer que Elisabeth había asistido el martes a una parte del juicio para "recoger impresiones" y observar la reacción de su padre para integrarlas en un libro que planea escribir sobre su drama.
Esta información no fue confirmada, pero el abogado del acusado no excluyó que su posible presencia hubiera provocado un cambio en su cliente.
